jueves, 26 de febrero de 2009

Nota al anterior post

¡Ay! Se me ha olvidado decir que cuando iba de caramelito me echaron ¡18 años! Así, con mis veinticuatro palos que me llevo a la espalda. Y sí, me hizo feliz cual regaliz. A ver, querida amiga de Munich, esto supera con creces cuando te pidieron el DNI en Berlín para tomar una cerveza a los 20… Estoy que me rebosa el orgullo, jaja.

lunes, 23 de febrero de 2009

Carnaval sin bici

Chicos, papi y mami, y lectores varios, tengo una mala noticia para vosotros: ya no me quedan 4 ECTS, me quedan 11,2. Sí, mi querido profesor de Regulación me ha vuelto a dejar con uin 4,9. En fin, a ver si le doy un poco de pena, porque estoy bastante cabreada.
La verdad es que no ha sido un fin de semana demasiado guay, porque entre el suspenso (voy a pedir compensación, porque definitivamente esa asignatura no la voy a aprobar jamás) y la muerte provisional de mi bici, estoy que no puedo con mi vida. Además sigo fabricando mocos, y mi garganta ya empieza a sufrir de tanto toser. Pobrecita mía.
Pero voy a contar cosas más divertidas. Aquellos que me tengáis de amiga en el Facebook o el Tuenti, ya habréis visto que este sábado unas amigas y yo nos disfrazamos de caramelos, e íbamos monísimas. Vamos, que todo el mundo nos decía que qué caramelos más dulces y más guapos. Bueno, esto no es sólo culpa del disfraz, la percha hace el 90%.
Lo mejor del disfraz es que aunque estuvimos como 4 horas para hacerlo, era de papel, y cuando nos cansamos, no daba ningún tipo de pena quitárselo y dejarlo por ahí tirado. Lo peor del disfraz: casi imposible sentarse, para no hablar de ir al baño, eso ya era una locura. No cabíamos en ningún sitio, y coger la bici era una utopía…
Pero de esa guisa nos fuimos a Breda, lugar en el que supongo que a los españoles nos odian con todo su ser, porque teniendo en cuenta que hay gente que va a Madrid solo para ver el cuadro de “La rendición de Breda”... Una ciudad que parece preciosa, aunque claro, nosotros fuimos por la noche y tampoco se podía hacer turismo. Y lo más grande de Breda no es eso, es que estaba hasta la bandera de gente. Y me parece absolutamente genial que todo el mundo vaya disfrazado, porque en España en Carnaval se disfraza el 10% de la gente, y en Breda lo raro rarísimo es no ir disfrazado. Eso es no tener complejos de ningún tipo. Y el frío que hacía y la gente en manga corta, qué valor y qué ganas de fiesta. Me encantó, de verdad, digno de ver. Y eso que se supone que Maastricht es mucho mejor, pero a las horas a las que acabamos de hacer el disfraz, y considerando lo lejos que está Maastricht, Breda es suficiente.
Por lo visto el Carnaval es una fiesta muy popular en el sur de Holanda, y aunque Delft esté en la provincial de Zuid Holland (Holanda Meridional lo llaman en Wikipedia), la verdad aquí solo los niños van disfrazados.
Y con lo contenta pero absolutamente destrozada que llegué yo a Delft, me voy a coger la bici a las 5 de la mañana, con unas ganas de pillar la cama que no podía con mi vida, y resulta que, una de dos, o un coche le ha pasado por encima, o unos gilipollas (con perdón) han decidido romperme la rueda. Para mi cabreo mayúsculo, creo que ésta es la opción con más probabilidad porque si hubiera sido un coche la bici estaría laminada en frío (sí, qué pasa, estudio materiales y me gusta, ¿algún problema?). Así que otro caramelo me dejó su bici, y hoy estoy con la de otro amigo. Y voy a por la mía, que la pobre ni rueda siquiera, y la llevo a arreglar (para esta tarde ya la tengo, ¡pequeña, con lo que te echo de menos!) y todo el mundo me mira, y yo tirando de ella como si la robara, y me viene la gente y me dice: “huy, esa rueda está un poco doblada, ¿eh?”. En fin, qué sudada me he pillado más a lo tonto para nada que he hecho. Y así yo sigo teniendo la intención de ponerme buena.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Etsii: ¡dame mis notas ya!

No, si ya veo cual es la diferencia entre las universidades europeas. Para ser graduado, primero tienes que estudiar en Inglaterra y después seguir allí hasta que acabas. Porque por el momento, el sistema de grados, como que en Holanda no existe tampoco, y nos tenemos que adaptar todos a unos tipos que pesan en onzas, andan en millas y pagan con libras.
Ahora ya de verdad. He estudiado bastante el periodo de exámenes, es lo que tiene estar un mes entero ahí, sacándote lo que puedes en dos países diferentes. Y veo que:
  1. En Holanda estudias, pero de verdad, no como yo en octubre, que así me fue, y lo que te han contado, es lo que te preguntan en clase, así que apruebas. Cuatro de cuatro este periodo.
  2. En Holanda los profesores no son tan gañanes como algunos de la escuela a la que pertenezco. Venga ya, ni se sabe cuánto llevan para corregir unos exámenes en los que leen el resultado final y si tu problema es que te comiste un cero en un elemento de una matriz de seis por seis, pues como si no tienes ni pajolera idea. Nos vemos en junio.
  3. Un libro que en España en una librería cualquiera costaría como 60€ me lo acabo de comprar por 37€. Eso es un descuento, no como en la Etsii, que como te descuenten dos euros date ya con un canto en los dientes.
  4. Como lo del choriceo es algo muy nuestro, así como lo del vandalismo y cargarnos las horribles vacas vestidas con faralaes, aquí la Etsii sale ganando. ¿A ver quién conoce si no un sitio que venda libros de profesores de la escuela fotocopiados en la reprografía de la propia escuela? El original se compra cruzando la sala de la Máquina, donde tanto Reprografía como la Librería están. La verdad, me da bastante pereza darle mi dinero a Corrocheinch.
  5. Los libros que hay que comprar en Delft se usan. ¿Alguien recuerda para qué servían los 50 euracos que me costó el libro de Dibujo I?
  6. Así, ahora mismo me ha venido otra cosa en la que gana la Etsii. A ver, queridos holandeses, tanta asignatura de sostenibilidad, y cuando sale el sol, el sol hereje, me lo tapais con una persiana de esas de laminillas. Y luego nos quejamos de que estamos blancos. Me acaban de bajar la persiana, con lo feliz que estaba yo al sol...

Mientras todas estas cuestiones se solucionan, seguiré esperando a que algunos personajes de mi escuela saquen las notas, que ya no se sabe si aprobaré o no, en fin, siempre digo que apruebo, y saco luego un 1. Y me voy a la revisión solo para molestar.

Ay, me he acordado del libro de Dibujo I y me está dando una rabia en este momento que quiero matar a alguien. Pero tranquila, Laurita, cuatro ECTS más y todo esto se habrá acabado para siempre.

viernes, 13 de febrero de 2009

De vuelta a Delft y a la incertidumbre

Pues después de tanto tiempo en casa, sin hacer nada útil, sin ver a mucha gente que tenía ganas de ver porque el tiempo me limita y todo eso, ya estoy de vuelta en Delft. Los exámenes han salido bien, gracias, porque para eso he estudiado como una borrica, para llegar al abismo abismoso. En estos momentos no estoy tan mal, pero he tenido días mejores.
Salí del examen de Regulación, y me salió tan bien, o lo suficientemente bien, yo creo, para aprobar, que me sumí en el pozo de mi futuro. ¿Qué me espera ahora? ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Estudio? ¿Trabajo? ¿Dónde? ¿Y dónde voy a vivir? Porque claro, me puedo ir a casa de mis padres, en el caso de que vuelva a España, pero no por mucho tiempo, mientras me busco un piso al ser posible en Madrid, o donde buenamente decida trabajar. ¿Y con quién me voy a vivir? Ay, qué crisis existencial estoy pasando.
Y encima de todo esto la crisis económica, el paro, que hay más parados en España que personas en Noruega.
Pero ya estoy saliendo de mi crisis personal, y estoy empezando a pasármelo bien otra vez, que para eso estoy en Holanda, me queda una asignatura para acabar la carrera, creo, y para eso tengo todavía 23 añitos.
Llegué el miércoles, y me vine a comer a la universidad, más que nada para hacer un poco de vida social, que la he tenido un poco apartada desde que me fui a Madrid, y por la noche, pues hubo que salir. A conocer gente nueva. Este cuatrimestre va a estar genial, lo sé, no solo porque ahora finalmente ya tenemos nuestro grupo de amigos, sino porque además, parecía que íbamos a estar rodeados de españoles todo el rato, y llevo dos días que solo hablo español por teléfono, porque incluso estando con españoles, estos días somos una clara minoría, y ya está bien, hay que ser educados y hablar en inglés. Mi primer amigo noruego no está contento de que este pequeño cambio para bien en mi vida se deba a que han llegado a la facultad doscientos noruegos nuevos, pero está genial que a pesar de que haya españoles (y ahora noruegos) por todas partes, nosotros nos las hayamos apañado para tener un grupo de todo un poco. En el fondo, es precisamente de eso de lo que va el Erasmus, ¿no?
Y por eso la vida por Delft vuelve a tener el espíritu del principio, aunque le haya cogido el tranquillo y ya sepa perfectamente de que va todo esto. Y esto me devuelve la ilusión aunque siga perdida en mi mundo de indecisiones y de posibilidades. ¿Quién me mandaría a mi estudiar ingeniería? Ahora las opciones son demasiadas, pero aunque no sepa qué va a ser de mi vida de aquí a seis meses, lo importante es que estoy de nuevo disfrutando de cada día que pasa.

domingo, 1 de febrero de 2009

Nieve

Sí, a veces me aburro, sobre todo cuando me queda un examen y me faltan aún 10 días para el fin.
Lo que pasa es que hay días en los que nos apetece a todos meternos en la cama y no salir, y hoy es uno de esos días. Me he levantado y he amanecido con esta vista.

Es mi casa, en Madrid, y está nevado. No me puedo creer que venga a Madrid y nieve, que es el fenómeno metereológico que más odio con diferencia, porque me deja encerrada en casa y no puede ser, me da rabia que haga tanto frío y moje, y te cale hasta los huesos y no se quite jamás. En Holanda cuando ha hecho frío había altas presiones y se podía estar en la calle porque estaba todo seco pero helado. Pero la nieve..., ¡me revienta que nieve!

Menos mal que yo he venido a España a hacer exámenes y no a la playa a ponerme morena...