viernes, 13 de febrero de 2009

De vuelta a Delft y a la incertidumbre

Pues después de tanto tiempo en casa, sin hacer nada útil, sin ver a mucha gente que tenía ganas de ver porque el tiempo me limita y todo eso, ya estoy de vuelta en Delft. Los exámenes han salido bien, gracias, porque para eso he estudiado como una borrica, para llegar al abismo abismoso. En estos momentos no estoy tan mal, pero he tenido días mejores.
Salí del examen de Regulación, y me salió tan bien, o lo suficientemente bien, yo creo, para aprobar, que me sumí en el pozo de mi futuro. ¿Qué me espera ahora? ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Estudio? ¿Trabajo? ¿Dónde? ¿Y dónde voy a vivir? Porque claro, me puedo ir a casa de mis padres, en el caso de que vuelva a España, pero no por mucho tiempo, mientras me busco un piso al ser posible en Madrid, o donde buenamente decida trabajar. ¿Y con quién me voy a vivir? Ay, qué crisis existencial estoy pasando.
Y encima de todo esto la crisis económica, el paro, que hay más parados en España que personas en Noruega.
Pero ya estoy saliendo de mi crisis personal, y estoy empezando a pasármelo bien otra vez, que para eso estoy en Holanda, me queda una asignatura para acabar la carrera, creo, y para eso tengo todavía 23 añitos.
Llegué el miércoles, y me vine a comer a la universidad, más que nada para hacer un poco de vida social, que la he tenido un poco apartada desde que me fui a Madrid, y por la noche, pues hubo que salir. A conocer gente nueva. Este cuatrimestre va a estar genial, lo sé, no solo porque ahora finalmente ya tenemos nuestro grupo de amigos, sino porque además, parecía que íbamos a estar rodeados de españoles todo el rato, y llevo dos días que solo hablo español por teléfono, porque incluso estando con españoles, estos días somos una clara minoría, y ya está bien, hay que ser educados y hablar en inglés. Mi primer amigo noruego no está contento de que este pequeño cambio para bien en mi vida se deba a que han llegado a la facultad doscientos noruegos nuevos, pero está genial que a pesar de que haya españoles (y ahora noruegos) por todas partes, nosotros nos las hayamos apañado para tener un grupo de todo un poco. En el fondo, es precisamente de eso de lo que va el Erasmus, ¿no?
Y por eso la vida por Delft vuelve a tener el espíritu del principio, aunque le haya cogido el tranquillo y ya sepa perfectamente de que va todo esto. Y esto me devuelve la ilusión aunque siga perdida en mi mundo de indecisiones y de posibilidades. ¿Quién me mandaría a mi estudiar ingeniería? Ahora las opciones son demasiadas, pero aunque no sepa qué va a ser de mi vida de aquí a seis meses, lo importante es que estoy de nuevo disfrutando de cada día que pasa.

2 comentarios:

--pab7oAB-- dijo...

ayy el abismo, como nos trae de cabeza, no dejes de pasarlo bien x eso, q al final no es pa tanto

1bsete!

Sandra dijo...

suerte con las decisiones, es solo cuestión de tiempo y paciencia verlas claras.
mientras sigue pasándotelo teta!!!