martes, 26 de mayo de 2009

Esto no es justo

¿Para qué hablo? Para que se ponga a llover. Ni más ni menos. Ayer escribí sobre lo bueno que hacía, y cuando llegué a casa, con mis mejores propósitos de salir a correr, se puso todo oscuro, como si se hiciera de noche, y empezó a caer una tormenta alucinante. Esto era a las nueve y media de la noche, que aún suele brillar el sol, y a las 4 todavía caían rayos constantemente (y si digo constantemente, es constantemente, como uno cada 5 segundos). Y vuelve a hacer un frío… Y yo que esta mañana he estado a punto de venir a la universidad sin abrigo, desde las 8 la temperatura ha bajado 4 grados y vamos por los 13.
Voy a pensar en positivo: vale, que sí, que tengo unas ganas de ir a Madrid alucinantes, pero el año pasado me fui a un examen (probablemente de mi asignatura favorita, creo recordar) en junio con botas.
Tíooooo, que es casi junio. Y los holandeses, como viste acordes con la época del año, van en chanclas.
Dios mío, qué frío hace.

lunes, 25 de mayo de 2009

La luz de la mañana brilla en mi cara

Desde que hace buen tiempo, las cosas marchan bien en Holanda: luce el sol, hace buena temperatura, y mi proyecto va avanzando. Aparentemente voy a tener más visitas y todo se me aparece de color de rosa a pesar de tener que arreglar la bici y que me cueste una pasta, que yo no sé si la bici en realidad merece.
La primavera, es decir, cuando hace tiempo primaveral, me ha levantado el buen humor, porque el jueves llega mi ropa de verano, mis sandalias y mis vestidos, junto con mis padres, que hace más de tres meses que no veo, y a los que tengo muchas ganas de enseñarles cómo es Delft, la pedazo de Universidad que tengo, sobre todo a mi padre, que creo que flipa bastante cuando le cuento lo que hago para el proyecto, y que estudió en mi amada ETSII.
Y además estoy tan cerca de volver a España… Siento deciros, cariños míos, que no voy a tener tiempo para veros, pero acepto visitas a la biblioteca. Porque, como viene siendo habitual, voy a hacer mi querido examen de mi asignatura favorita. Y aunque esté estudiándola “ahora”, sigo siendo feliz mientras el sol brilla en mi ventana.
Pero que bonito es el sol...

domingo, 24 de mayo de 2009

Today was a fucked up day... Pues, mira, ¡no!

Bien, yo tenía pensado hacer un post sobre la claridad de la noche holandesa, cuando esta mañana mi bici ha decidido hacerme otro moratón de ésos de colorines que a mí me salen. Resulta que he aprendido cómo funciona el freno de los pedales: tiene una pieza en forma de biela unida a la horquilla que sujeta la rueda trasera, de manera que impide que cuando pedaleas hacia atrás, deslice y te partas los dientes. Bien, ayer me di cuenta cuando volvía a casa que algo no iba bien, pero pasé un poco. Hasta que hoy bajaba la única cuesta de Delft, que la rueda ha deslizado y con ella el pedal, y me ha dado en la pantorrilla y me duele.
He tenido la suerte de que me han dejado otra bici, porque la mía no la puedo mover; ha venido un señor y muy amablemente me ha dicho que cree que tengo el eje roto. ¡¿Cómo puede ser?! A mi primera bici le pasó lo mismo, pero espero que ahora me lo arreglen y que no sea eso.

Y después de este incidente, me he ido a la biblioteca a estudiar Regulación Automática, porque en algún momento de mi vida acabaré la carrera. Me encuentro con una amiga por el camino, que iba con sus padres, y me dice: "Pues fíjate, que ahora hablábamos de lo triste que tiene que ser tener que ir a la biblio hoy con lo bueno que por fin hace...". Gracias por tu apoyo, rica.

Pero después por fin he ido al lago con los noruegos, básicamente. Qué raro es cuando no tengo españoles alrededor, de verdad... Porque somos así de radicales. Yo no tengo amigas más que de Noruega o de España, en mi facultad hay dos chicas alemanas: una es más sosa que nada, y la otra cuando habla no la entiendo nada de lo que dice. Y creo que no hay más chicas extranjeras... Franceses, alemanes y chinos del mundo: ¿tanto cuesta decir "they" o "three"? ¡No es szei ni szri! Si los griegos, los italianos y los españoles lo podemos decir, vosotros también.
El caso, que ha estado muy bien lo del lago, hemos hecho una barbacoa en un aparato muy guay (Holanda nunca dejará de sorprenderme: ¿cómo he podido vivir 23 años sin hervidor de agua? Eso es un avance y lo demás son tonterías): resulta que venden una especie de tarrina de esas donde dan la comida preparada con carbón y pastillas de las de encender fuego dentro, y una parrilla y un soporte para ponerlo encima de la mesa o algo... Pedazo de invento. Así no tienes que comprarte una barbacoa. Está muy bien poder hacer barbacoa en el campo, rodeado de toda la naturaleza que puede tener un lago artificial. Pero es que en España...
  1. No hay lagos.
  2. La vegetación... verde, lo que se dice verde, no viene siendo.
  3. No se pueden hacer barbacoas.
  4. En Delft hay patos. Por todas partes. Y cisnes. Y gansos. Y gaviotas.
  5. Y a veces, como hoy y como ayer, Delft huele a mar, que no a marea baja.

Después han venido unos amigos de Texas (lo que tiene el Erasmus, Laura hablando con gente de Texas, que un día decían horrorizados que la gente les pregunta que si llevan pistola , y yo me los imaginaba con la pipa debajo de la almohada. Ah, es verdad, es que en Holanda no hay almohadas...), y con esto sí que he flipado. A ver, si en Madrid no se pueden hacer barbacoas porque hace calor y todo está seco, y Madrid está como a la misma latitud que Nueva York, en Texas el campo tiene que ser un secarral de mucho cuidado. ¡Pues pueden hacer barbacoas en el campo! Total, es mucho más cómodo talar los árboles, como en California: si no hay árboles, no se queman. Ése sí es un país de contrastes: tienen pena de muerte y se puede abortar hasta los 6 meses...

A ver, que me disperso. Que hace un tiempo genial, porque he estado comiendo al sol, y no me canso. Como no calienta, puedes estar al sol durante horas y no sudas. Que por fin el uso de la bici se corresponde con el tiempo que hace. Que se puede ir en manga corta y que por fin me he quitado los guantes para coger la bici por la noche. Que este país de repente tiene vida, y está muy bien, y sale el sol y brilla... La primavera no está siendo dura, no veo el final de nada, no veo el comienzo de nada, y no se me hace cuesta arriba. No estoy agotada como siempre por esta época. Siento que es una etapa genial de mi vida en la que realmente me estoy encontrando a mí misma, y aunque se me rompa la bici y estudie mi asignatura favorita, los días brillan y son maravillosamente largos.

Y de eso iba a ir mi post. De que las noches son claras y bellas, y a la vez, y por alguna razón incomprensible para mí, estrelladas a pesar de la enorme densidad de población de Holanda y la consiguiente contaminación lumínica. Y esta noche me he despertado a las 4.30 y se estaba haciendo de día, y a las 11 todavía hay un poco de luz solar. Ahora la verdad es cuando no puedo cenar a las 6 con el sol alto en el cielo. Qué bonitos son los días con el sol brillando en el cielo, ¡pero sin pasar calor! Qué poco echo de menos los 35 ºC que les caen en Madrid a mis padres y a mi novio. Por muy blanca que siga (aunque tengo marca del reloj y moreno agroman).

Ahí va qué chorrazo...

lunes, 18 de mayo de 2009

Delicatessen

A ver, llamarlo delicias culinarias es un decir... Porque a mí la verdad es que mucha ilusión, cuando lo he visto, no me ha hecho. Pero puedo oír críticas (y las estoy esperando).
Resulta que hoy no he hecho nada porque no tenía nada que hacer (y días así le cuestan al gobierno holandés 500€, pero como no me los pagan, no me importa en absoluto). Me dieron trabajo hasta el martes al mediodía, pero ya lo he hecho, acabé el viernes raspadita. Y como no tenía nada que hacer, he hecho un poco de vida de mujer florero, que es una cosa que me encanta. Pero a lo que vamos. Quedo con mi amigo que es holandés, pero su nombre y él dicen que no, Ángel , para comer una cosa que viene siendo típica de este bonito país: los pannenkoeken.

Sí, a mí también me parecen crêpes gordas, pero seguro que los holandeses se enfadan si lo digo. Y como las crêpes, se rellenan de dulce y de salado y no pasa nada, pero yo en mi casa las compro siempre dulces porque soy así de golosa. Pero claro, para comer Ángel y yo las pedimos con jamón, queso y huevo frito. Y viene la camarera y nos dice que si queremos caramelo y azúcar. Y va Ángel y se lo echa a la pannenkoeke con jamón york... Y me dice que al principio a él también le daba asco, hasta que lo probó, y que es muy típico en Holanda. A ver, si no fuera típico, la camarera no nos lo habría ofrecido tampoco, digo yo.
Yo me he quedado sin comentarios, y él me ha dejado contarlo aquí. Me ha recordado tanto a un vídeo de El Informal que no he encontrado en el que salía Florentino Fernández mojando un plátano envuelto en jamón york en el colacao...
Este país nunca dejará de sorprenderme. A veces, como hoy, no tengo muy claro de si para bien; y eso que el bocadillo de pepino, plátano y queso brie, y el de croqueta rellena de saté, que viene siendo mantequilla de cacahuete con jengibre, tenían el listón muy alto.
Pero bueno, mi pannenkoeke estaba muy buena sin caramelo, y las croquetas me encantan, y el bocadillo de kaassouflé me vuelve loca (kaassouflé: empanadilla rellena de queso y empanada en pan rallado, para comer en bocadillo).

sábado, 16 de mayo de 2009

Tarde de domingo rara

También puede ser de sábado.
Resulta que por fin, y después de dieciocho años de enseñanza no necesariamente obligatoria (aunque jamás se me habría pasado por la cabeza no ir a la universidad, y a decir verdad, no hacer una carrera de, ejem, cinco años), tengo los fines de semana libres.
Im-presionante, pensará la gente. Me parezco más a una abuelilla que a otra cosa. Los voy a dedicar a culturizarme y a intentar que los rayos del sol no reboten en mi piel traslúcida.
Y ahora es cuando me doy cuenta de que en este país las cosas se acaban prontico. Porque ayer yo quería, al menos, limpiar el laboratorio (no en plan chacha, a ver, que me tienen de pringada pero no tanto), y a las cinco me dijeron que me fuera a mi casa que cerraban. Y yo sin nada que hacer, porque podría ir al centro, pero como me conozco y este mes tengo que ahorrar lo que me he ido gastando de más desde marzo, no debo ir donde hay tiendas de ropa. Que es muy fuerte, de cualquier manera, en Delft hay tantos chicos que hay más tiendas de ropa para ellos que para chicas.
Y entonces yo me aburrí ayer un poquillo, hasta me puse a ver Friends de pura desidia, haciendo tiempo para salir.
Y hoy más de lo mismo. De momento bien, hale, a dormir lo que no había dormido desde que vino Jesús, y luego... Solitarios Spider. Porque resulta que esto de hacer el proyecto es como trabajar, pero sin el como. Y entonces sales a las 5 el viernes y hasta el lunes a las 9. Y el fin de semana a no hacer nada. Y nada es nada, porque la gente se empieza a agobiar con los exámenes, pero yo tengo uno que ya me lo sé de memoria y otro que es un poco tontada, y me faltan casi dos meses para hacerlos. Así que de relax.
Es rara la sensación de vaguería. ¿Qué hice yo el último fin de semana que no tenía nada que hacer y tampoco cargo de conciencia? Pues teniendo en cuenta que debía rondar los 5 años, levantarme a ver el Club Disney o algo parecido y hacer arena finita en un parque llenándome de mierda. Lo de la arena finita no es viable con mis veinticuatro castañas y el Club Disney está en holandés. A ver si salgo y me da para dormir mañana toda la mañana española (hasta las tres de la tarde, digamos).
Pero no, porque está mi hermano con unos amigos que me despertarán con su serenata de ronquidos.

jueves, 14 de mayo de 2009

Odio

Odio el Kanthal. Desde lo más profundo de mi ser.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Crisis


Por esto ya no me gusta la política (y por E).

martes, 12 de mayo de 2009

Avances

(Hey, majos, qué poco caso me hacéis últimamente)
Hoy he visto mi camino hacia el final de la carrera, ya he comprendido los objetivos de la tesis y ya he visto un resultado después de dos meses de trabajo en los que parecía que todo lo que hacía era perder el tiempo durante ocho horas al día delante de un ordenador, al que además le he bloqueado el facebook y el tuenti para no entrar en horas de oficina (aislada del mundo que ando: sin messenger, sin facebook, sin tuenti... Que por cierto, parece que tuenti significa Tu Entidad). Así que no sabía muy bien en qué perdía el tiempo. Y bueno, ¡resulta que no lo perdía! Hoy ya he decidido un trozo, ya voy a tener algo que contar en la ETSII. Ya sé de qué tamaño tengo que hacer las probetas (sí, mi proyecto sigue siendo apasionante).
No, de verdad, me he sentido útil, y después de trabajar todas las vacaciones menos el puente, hasta los fines de semana de resaquilla, he visto un resultado. Eso sí, tengo que volver a lijar y pulir 16 probetas, que son tan duras las p.... de ellas que se cortan con electroerosión.
Inciso a la electroerosión, sí señor, os voy a demostrar cómo la gente se equivoca de especialidad en la escuela: Tecnología de Materiales, 4.5 créditos que valen por 9. La gente suspende casi tanto como yo Regulación Automática. Y yo tenía que hacer un trabajo. Busco en interné, ahm, suena bien esto de electrospark erosion... ¿25 páginas de un artículo de una tía que hizo una tesis sobre eso? Ajá... Copypaste... 8.5. Bueno, como soy de Materiales, en realidad eso es la media entre Soldadura y Conformado, el trabajo no creo ni que se lo hayan leído, es más para que nos molestemos en mirar algo. Todavía no entiendo por qué la gente hace Automática (lo siento, Bea).
Pero el caso es que hoy me siento más cerca del fin que ayer.
Y menos mal, porque la gente empieza a preguntar planes para verano, y los míos son apasionantes: mudarme (creo y espero) al centro y seguir en un laboratorio cual rata.
A veces el Erasmus cumple muy pocos tópicos. Ya veréis la decepción que se van a llevar mi hermano y sus amigos mañana cuando lleguen a Eindhoven y vean que es feo con avaricia (lo siento, David), y que las chicas en Delft brillan por su ausencia.
Ah, otra cosa quería comentar yo, hablando de chicas: mira que nos reíamos Jesús y yo de Antonio Vega, a pesar de la admiración que tenemos los dos, y de lo mucho que se veía venir lo que ha pasado. Hoy la chica de ayer es más de ayer que nunca, y siempre será una de las mejores canciones en español.
http://www.youtube.com/watch?v=4xU12NYLj4k
Y vaya si llegaron a ser grandes.

lunes, 11 de mayo de 2009

Delft

He hablado de mil millones de tonterías, pero nunca he comentado cómo es Delft.
Bien, lo voy a solucionar enseguida. Delft es un pueblo muy mono de unos 90.000 habitantes. Sí, sé que a ojos de Dios y de los españoles no lo parece porque, siendo una ciudad dormitorio de Rotterdam y teniendo una Universidad tan grande, perfectamente podría ser como Móstoles. Delft eligió ser bonita.


El caso es que Delft es una ciudad muy cómoda para vivir. Es acogedora, con el frío que hace aquí, casi todas las ciudades lo son. Y es muy de cuento, tiene canales, casas de estructura de madera, pocos coches y mucha gente joven.
Siendo Erasmus no se queda pequeña, aunque bueno, si vienes de Madrid a lo mejor un poco sí. Pero como yo soy de Villalba, a mí me parece bien. Villalba tardó dieciocho años en quedárseme pequeña. En Delft puedes conseguir casi todo lo que quieras (y cerca de casa… que yo vivo en Villalba y desarrollo mi existencia en Madrid), desde luego todo lo que un estudiante necesita, hasta Ike. hay, es lo que tiene. Hay bares abiertos todos los días de la semana, y de hecho, casi cada bar tiene un día asignado. Por eso los martes se va al Bebop, los miércoles al Ruif, los jueves al Lorre… y así. Lo que pasa es que a mí ya me va cansando estar todo el día con una cerveza en la mano (aunque creo que el que más se cansa es mi bolsillo, que dice, Laura, guapa, déjalo). Los miércoles el Ruif es en plan pub, una vez fui un sábado y había mesas, y pedí una cerveza y me sacaron unas croquetas de tapa, completamente distinto al bar que yo conocía.
Para salir de fiesssshtón, pues como que Delft sí se queda pequeño (como Villalba). La única discoteca que hay tiene esa política de que solo pueden entrar regular customers, que significa en holandés: “si no hablas holandés, no entras porque no me da la gana”. Una de las primeras cosas que yo aprendí a decir en el idioma infernal, ya veis. Pero Delft tiene dos ciudades grandes en un radio de 15 kilómetros. Y eso está bien, porque aunque La Haya sea una mierda de ciudad (lo siento, pero NO me gusta La Haya), tiene fiesta. Y Rotterdam es la segunda ciudad de Holanda. Que tampoco es decir muy grande, pero vamos a ver, en las dos ciudades hay universidad, lo que significa salir entre semana. En Delft casi todas las semanas hay una fiesta reseñable en alguna casa. Fiestas en las que el suelo se empantana, y me alegro de que DUWO no me dejara caer en una de esas casas. Pero están divertidas porque la gente de la casa se disfraza. En Holanda es bastante popular, la gente se disfraza y les da lo mismo que sea Carnaval que Nochebuena. Van más orgullosos vestidos de pollo…
Como yo soy de pueblo, y hay gente que piensa que vivo rodeada de vacas en Villalba, y que tengo un corral con gallinas y por eso me gustan tanto los huevos fritos, no puedo pasar más de tres días seguidos en Madrid sin que me agobie y sienta que me ahogo. Por la contaminación. Que vas en el bus y ves la capa de mierda amarilla que hay encima y dices: “¡Diosssssss!”. Me preocupaba bastante cuando llegué que Delft estuviera contaminado. Pero el cielo de Delft está limpio. A ver: no hay coches (¿la gente va en bici porque el transporte público es inexistente o el transporte público es inexistente porque la gente va en bici?), llueve tres de cada dos días, y hace viento (y siempre lo llevas de cara). Resultado: el aire está limpio. Pero sigue sin haber estrellas: el cielo por la noche es naranja por los invernaderos. ¿O de dónde creéis que salen las flores de las rotondas?
Otra cosa genial es que en Delft la vida es más o menos igual de cara que en Madrid, y las cosas en los bares son monoprecio: un café, dos euros, una cerveza, dos euros. Siempre. Y hay terrazas y en casi todas partes tienen tarta de manzana.
Y además hay una cosa genial: en mi casa hay un servidor con toda la música y todas las pelis del mundo. E interné funciona bien.
Así que he descubierto a Thom Yorke y no puedo dejar de escucharlo.

viernes, 8 de mayo de 2009

El tiempo es relativo

He entendido la realidad del tiempo europeo. En todos los significados de tiempo. Después de comprender que a las 6 se acaba todo, de que las cosas están tan muertas en Delft que a las 9 de la noche que los semáforos se apagan, porque el prime time de la tele es a las 8 de la tarde para que te vayas a dormir a una hora normal, no como en España, donde las pelis empiezan a las 11 y nunca acabas de verlas y además así te vas a dormir con la digestión hecha, me he acostumbrado a todo. Aunque lo m’as duro fue el mes de Septiembre, cuando una semana parecía un mes, y cuando llevaba un mes parecía que llevaba aquí toda la vida.
Pero el tiempo meteorológico es una cosa que me mata. A ver, el día de la Reina me hizo tener moreno agroman, y ahora hace frío. Vale, ha pasado una semana, ¡pero es mayo! Y ayer me llamó mi hermano para preguntar que si se trae el bañador la semana que viene. Pero esta mañana (o “anoche” cuando me acosté, a las 5.30 era de día) hacía sol. Anoche el cielo estaba despejado. Ahora llueve. De aquí a que salga de mi cubículo hará sol, espero. Mañana saldré con abrigo a la calle y sudaré. Y por la tarde me lo dejaré en casa y me resfriaré. ¿Qué clase de pronóstico es este?
Pues uno que no se moja, no como yo, pero acierta. Hace sol, nubes y lluvia. Todo a la vez y de manera impredecible. ¿Por qué no sale el sol y se queda? ¿Por qué no llueve y punto, todo el día con chubasquero-basurero? Noooo, que sino no tiene gracia.
Por cierto, y hablando de sol: ayer me iluminaba la pantalla del ordenador y no veía nada, y no bajaron la persiana de las narices. Hoy está oscuro como el furgón, y la persiana abajo…

jueves, 7 de mayo de 2009

Rennes

Yo ya he cumplido con mi experiencia Erasmus hasta donde se podía llegar. Tenía que ir a Munich y a Rennes y ya he ido, así que ahora me siento súper orgullosa de mí misma.
¿Qué tal la experiencia de ir a la France? Pues muy bien. Me he cansado y voy a empezar a poner nombres. Tenía muchas ganas de ver a Jesús, que aunque estuvo aquí hace poco, y en Madrid nos vemos bastante menos de lo que piensa la gente a pesar de estar en la misma escuela; Jesús me centra y me hace encontrarme a mí misma un poco, como que por fin estoy un poco en la ETSII (adonde tengo que volver el día 25 de junio y espero no volver nunca más), a la que en realidad pertenezco más de lo que quiero aparentar.
Yo de Francia conozco bastante poco, para qué nos vamos a engañar. Además, siempre que voy a un sitio me dicen: “No, no, esto no se parece a Francia, esto es como otro país”. Vaya, París es otro país, Niza es Italia, y Rennes es una cosa rara, como ingleses que no saben que son ingleses. Los países de habla inglesa de Europa forman el único bloque, por así decir, que no conozco, y la verdad es que después de comer basura en Holanda desde que llegué, y con la fama que tienen los ingleses de comer más basura y de ser más feos y más horteras que nada (lo de horteras, pienso que 200 millones de europeos no pueden equivocarse: los calcetines blancos con sandalias tienen que ser lo más in), no creo que se parezcan a los bretones.
La verdad, Rennes tiene una vida que hacía mucho que no veía. Y venía del día de la Reina, y Ámsterdam es una ciudad viva. Pero andaba por la calle, y las tiendas abiertas a las 7 de la tarde es una cosa que se aprecia.
Es algo que en Holanda me mataba de desesperación al principio de llegar. La Universidad tiene acceso restringido a partir de las 7, pero en algunas facultades como ChemTech es a las 6. La gente a las cinco y media se va a cenar a casita, y las tiendas cierran. Y yo andaba por la calle y me moría de desolación, porque eran las siete de la tarde y parecían las diez. Pero ahora ya estoy acostumbrada, a todo se hace una. Ya sé que si me quiero ir de compras tengo que ir a las tres para que me dé tiempo a ver algo. Y vas por el centro de Delft, y sólo huele a rollitos de primavera vietnamitas (que se llaman lumpia o algo así que suena fatal y huele peor), y a patatas fritas y croquetas con saté. ¡Y Francia huele a pasteles!
¿Por qué? ¿Por qué la gente en España está mucho más gorda que en Francia si las calles de Francia huelen a pastel? ¿Por qué los franceses sin ser los más guapos (gana Holanda de goleada) son los que mejor visten? Haciendo un aparte a los calcetines blancos, claro. ¿Por qué la gente de París es tan gilip…… y me da tanto miedo? ¿Por qué París tiene ese olor a París, que no es ni bueno ni malo, es solo a París? ¡Y el metro, por Dios! ¡Que arreglen ese metro infrahumano y tercermundista! Y sin embargo, efectivamente Rennes es como otro país frente a París, otro país con perroflautas por la calle, con gente que va descalza porque les apetece, con terrazas abiertas a todas horas que no tienen las sillas enfrentadas a la calle (este detalle me llamó mucho la atención, lo siento pero tiendo a fijarme en ese tipo de tonterías).
Rennes es una ciudad muy acogedora porque las casas de madera hacen las ciudades acogedoras, y porque en algunos barrios realmente parece que te vas a encontrar con Asterix por la calle, que para eso Asterix era bretón.

Y a la vez que acogedora es tranquila, pero con vida, la vida de los universitarios (no quiero yo pensar que sería de Delft si no estuviéramos los intentos de ingeniero por aquí). Además Rennes tiene una cosa impresionante, como el resto de Francia, supongo, a ver si un día me voy a Francia de verdad, a parte de un lenguaje bonito sin jotas, y es la gastronomía. Me he alimentado de una cosa llamada galett, o algo así, que es como una crepe pero con sustancia. Y los pasteles… (yo me pregunto cómo es posible que no sea obesa) Una cosa llamada Kougn Mann o algo parecido que era pesado, no, lo siguiente; y si no me comí doscientos es porque tengo conciencia. Y también tiene Rennes una buena infraestructura, a pesar de lo caro que es el tren. El TGV es un invento genial. Rennes es una ciudad pensada para vivir y tiene la calidad de vida que no he visto en los otros sitios de la no-Francia dónde he estado.
Pero hay algo que le falta a Rennes, y a toda Francia en general: la capacidad de hablar inglés. Jesús tiene unos compañeros de residencia (vivan los platos de ducha que en Holanda no existen, por cierto) que se acababan de examinar del TOEFL y yo los entendía mejor con mi francés chapurrero y cutre en francés que cuando hablaban en inglés. Como me recuerda a mi querida España…
Y después de un fin de semana cargadito; Reina, Rennes, resaca… : la dura realidad del proyecto.

viernes, 1 de mayo de 2009

El día de la Reina

En cada país ocurren cosas guays de vez en cuando. Por muy anodino que parezca, esto segura de que hasta en Finlandia se saben ir de fiesta.
Por eso los holandeses, que en muchos aspectos tienen un país muy avanzado en algunos aspectos, como en el de la ingeniería civil (eso es indiscutible, y más les vale con la que se les viene encima), tienen la Fiesta. El día de la Reina. Me pregunto si la gente realmente es tan monárquica, o si es que aprovechan que es la única fiesta que hay en Holanda después de Navidad y del 5 de mayo (la independencia, que cae en todos los países de Europa por las mismas fechas independientemente de de quién se independizaran y cuándo).
El día de la Reina, o Konninginedag, (atención: dos g's en una palabra que suenan a jota) toda Holanda se mete en un tren en el que no hay espacio ni para respirar y se va a Amsterdam. Como yo soy así de paletilla, todo lo comparo con mi pueblo, y puedo afirmar que el día de la Reina es una verbena muy bien montada. Es una pena que no haya peñas, porque íbamos todos vestidos de naranja, que me dice un amigo noruego: "va a ser muy fácil reconocernos porque tenemos todos la camiseta naranja con el mismo dibujo". Siguiente viñeta: tómate 5 cervezas y cuéntame a ver si ves el dibujo.
Peñas no hay, pero la gente sacaba los altavoces a la ventana, y pinchaba música, que para eso es Holanda la cuna de la música electrónica. La gente bailaba en la ventana. La gente se coge el barco, un tipo pincha, y todos a bailar por los canales. Mientras, litros y litros de cerveza, y gramos y gramos de marihuana, que para eso es legal. Y da lo mismo la edad que tengan, igual iba la abuela vestida con un chaleco reflectante que los niños, todos de naranja, hasta los turistas. Otra cosa que me llamó mucho la atención fue que la gente saca los trastos a la calle y se pone a venderlos, como si alguien quisiera un bikini de hace 15 años usado. Unos amigos míos se compraron unos esquís, porque ellos son así de especiales, por cinco euros. Los escondieron para no cargar todo el día con ellos y por supuesto, no los encontraron porque el alcohol despierta los genes de la picaresca. Bueno, de cualquier manera, yo tampoco recuerdo bien por qué camino volví a la estación, porque no recuerdo haber pasado por las calles por las que voy siempre. Así que a lo mejor mis amigos pensaban que los esquís no estaban pero sí.
Por toda Holanda se celebra la fiesta a lo grande, aunque si hay un acto multitudinario de verdad es el concierto de Museumplein, la plaza de los museos como su propio nombre indica. Por lo visto cantó el tipo de la canción de Bisbal en holandés, pero yo solo llegué a DJ Tiesto. Por favor, música de adolescentes no. Y la fiesta es en realidad muy adolescente. Como hoy se trabajaba (a ver, el día del trabajador se trabaja, como debe ser, a ver si es que el día del padre se va a dejar de ser padre), la fiesta es durante el día, la gente bebe de día, y estás borracho a las 5 de la tarde con el sol en el cogote (como San Cemento, que también fue ayer, y menos mal que no me pilló cerca). En fin, cual adolescente de botellón. Pero así la música tenía planeado acabar a las 10, y es más eficiente. Otra cosa es que yo esté de vacaciones de Spring break y entonces no tengo nada que hacer hoy y llegué a casa a las cuatro de la mañana. Creo.
De verdad, creo que las fiestas están mejor de día si se puede estar en la calle (esto no vale para la verbena de la Paloma en agosto en Madrid). Así si no quieres fiesta, por lo menos por la noche duermes.
Es una pena que para una vez que puedo estar aquí en esta fiesta tan enorme, vaya un loco y atente contra la reina porque la crisis se ha cebado con él, mate a 10 personas y cancelen todo a las 8 de la tarde.
Pero de nuevo Amsterdam saca su personalidad, porque si bien no es bonita, tiene personalidad y la gente sabe vivir. Que todo el mundo está consternado y blablabla... Vale, pero a ver, el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Y a correr, todos de fiesta bebiendo por mucho que la música se acabe.
Como a mí me gusta más una fiesta que a un tonto un lápiz, y cuánto más cateta sea la fiesta mejor me lo paso (aunque digo: "Puff... fiesta de pueblo, ¡no!"), me metí en la marabunta la primera y procuré adaptarme. Por eso, y aunque el dibujo no me gusta especialmente, os voy a enseñar la camiseta que nos hicimos para tan señalado día:

De verdad, qué bien me lo pasé, cómo me gustó todo, qué sol hizo (moreno agroman), cómo me gusta el país Aschublif. Todo el mundo debería vivir el día de la Reina al menos una vez en la vida, por muy republicano que se sea, porque el día que esto sea una república, la fiesta será igual. Ya estoy pensando en como me las voy a apañar para venir el año que viene.