sábado, 21 de noviembre de 2009

Proyectos

Prometí, no sé si aquí, o simplemente a mí misma, contar todo cuanto pasó sobre el proyecto. Ahora que ya lo he presentado, y se me ha pasado el resto de resaca que pudo dejar en mí beber desde las 11 de la mañana un jueves, puedo contarlo.
Sé que estoy apta, así que ya soy Señora Ingeniera Industrial, y todo lo que haya ocurrido no importa ya, el fin justifica los medios, supongo. Y por eso es hora de contarlo.
Todo el mundo que haya estado alguna vez en Holanda, o que haya tratado con un holandés (y puedo ampliar a alemán, escandinavo y blablabla), sabe que son seres de mente cuadriculada y cerrada. Bien. Y todo aquél que hable inglés bien, se da cuenta de que, a pesar de la fama que tienen los colegas, algunos cojean en inglés que mi hermano no tiene nada que envidiarles. A ver, el que peor habla, habla mejor que la media española, y solo he dado con dos o tres personas en un año que no hablaban en absoluto, entre ellas la china de la cafetería del 3mE. En el selecto grupo de gente holandesa que no habla bien inglés, se encuentra mi tutor del proyecto, del cual evitaré decir su nombre, y también el de su departamento. Pero dio lugar a equívocos. Los profesores son eminencias, y saben de lo suyo más que la propia naturaleza. Y el tío que sabe de corrosión, sabe más de corrosión que los aniones que se van a comer el barco que estés diseñando (momento friki). Pero algunos no se han adaptado a la nueva situación de las universidades europeas: programas BEST, Athens, Erasmus y otros parecidos. Y como piensan que los extranjeros somos gente que se pasa por Holanda desde sus países tercermundistas y que todos somos iguales, pues te tratan como tal. En Delft hay muchos estudiantes extranjeros que hacen un master entero, y como tales, se les trata como a los holandeses. Excepto porque, por ejemplo, los profesores que no hablan inglés bien, se creen que lo hablan mejor que tú, porque tú eres española y cuando estuvieron en Torremolinos las pasaron putas para pedir una cerveza.
Éste es el inicio de mi historia. Con este panorama, aún desconocido para mí, me fui a pedir proyecto. Mi error fue no buscar demasiado, la verdad. Y me encontré con un señor que me ofreció una cosa interesante, que me vendió la moto muy bien, y me tuvo 10 meses puliendo probetas. El señor pensaba que yo era master student, y me hacía trabajar como una puta. Y yo pensaba que era natural… Y eso que me trataba como si fuera tonta, porque a ver, es cierto que yo en un laboratorio no me desenvuelvo bien, pero es porque nunca me han enseñado. Y nunca me han enseñado a hacer proyectos, porque esa asignatura es de quinto, yo estaba de erasmus, y en Delft se aprende el primer cuatrimestre de primero. Pero mientras en Delft hacen proyectos, que me parece genial, a mí me han enseñado de todo lo que yo pensaba que nunca usaría. Y por eso que el señor me diga 15 veces: “¿En serio que los momentos flectores se calculan así?. “Sí, saqué un 9.5 en el examen…”, me molesta un poquillo.
El caso es que el tipo pensaba que era tonta, yo pensaba que él me tenía que guiar, él pensaba que yo sabía hacer de todo, y yo pensaba que no sabía hacer nada, y cada día me daba la impresión de ser más inútil y tenía la autoestima más y más baja. Un día yo empecé a escuchar hablar de kick off meetings, y de green lights, y yo nunca tuve de eso ni nadie me lo explicó. Hasta iba llorando a casa todos los días, y me puse enferma. Y un día le dije: a ver, ¿cuándo puedo presentar esto? Y me dijo que para finales de octubre ni de coña. Entonces me dio un ataque, dejé de dormir, dejé de comer, dejé de salir y solo podía llorar. Y me dijo Ángel que Bea estuvo igual el año anterior. Así que fui a hablar con mi tutor, y le dije que yo llevaba cuatro meses de más en Holanda, que no tenía medios económicos, que con el trabajo que había hecho me daba para 25 proyectos en España, que no podía seguir así, y que mi programa no contemplaba tanto trabajo, que por dónde podía cortarlo para poder graduarme en España porque si no lo hacía en noviembre, retrasaba mi vida un año y además tendría que pagar todo quinto de segunda matrícula a la universidad. Y que había antecedentes en TBM. Él me dijo: esto es una tesis, funciona así, no se puede cortar. Yo dije: yo no soy master student, soy erasmus y tengo un procedimiento diferente, y además usted nunca me contó cómo iba a funcionar esto, ¿realmente esto es una tesis? Pero si realmente usted quiere que acabe un trabajo a mediados de noviembre, yo me puedo ir a mi casa, acabo la carrera si usted me da un pase, y luego vuelvo y lo acabo gratis.
De 20 € que cobra un ingeniero industrial por convenio en España, usted se va a ahorrar una pasta, pensé pero no dije.
Es cierto, nunca vi un objetivo claro, nunca vi un plan concreto, nunca comprendí lo que estaba haciendo, porque nunca me lo explicaron. El tipo empezó a decir que eso no podía ser, no podía ser, no podía ser, y no podía ser. Y que había perdido mucho dinero conmigo. Nunca sabrá que pudo haberlo ganado si me hubiera firmado lo que me tenía que firmar y no hizo. También dijo que nunca más cogería un erasmus. Vale.
El caso es que se enfadó como un mono, yo me quedé llorando (lloraba más que respiraba por aquella época), y se fue a hablar con el coordinador de los erasmus, que le dijo: “¿¡Qué hace esta muchacha aquí todavía!? ¡Está todo mal! Ella tiene que hacer un Student Exchange Project, no una tesis, y ha trabajado como dos projects.”
Y entonces el señor me dijo que hiciera un report, y que me fuera a mi casa, que no me quería ver más.
Me vine, entregué el trabajo, y teniendo en cuenta que nadie me ha ayudado a hacer las cosas importantes (vender el resultado al tribunal del PFC), he sacado un 8.5 que es una notaza.

Esto pasó a finales de septiembre, y yo estaba en crisis: no tenía dinero, no iba a encontrar casa, y mi erasmus se estaba convirtiendo en mi peor pesadilla. Pero ahora tengo depresión post erasmus porque mi memoria es increíblemente selectiva, y se acuerda de que lloraba, pero de manera lejana. Solo me acuerdo de lo bueno del erasmus, y de las resacas que me impiden beber ahora. De las lloreras, me acuerdo solo del día que llegué a casa y me dijo el militar que tomaba menta poleo: “Tú lo que necesitas no es llorar, es un abrazo”; yo hice amago de levantarme para que me abrazara, y se fue. Y pensé que los holandeses cada día eran más raros e incomprensibles.

Moraleja: no hagáis el proyecto de erasmus al no ser que os lo expliquen bien, y lo contrastéis con gente que lo esté haciendo.

Y este es el fin de este blog. Espero que os haya gustado y/o ayudado.
Un beso a todos desde Madrid.

lunes, 26 de octubre de 2009

Miss you!

Bueno, pues ya se me ha acabado el erasmus. Y creo que voy a escribir un ñoño post.
I do not think all the english speaking people will read this, because in case they know the blog exists, they will also know it is Spanish. But, in case they would like to check it again, it will be nice if they understand this and get to know how they made me feel too.
  • First of all, I would like to thank my girls in the erasmus life: María, Menchu and Marga. Marga, you arent less important because you left in February. It was just the four of us, and drunken nights would have never been the same without one of us. You four were almost everything for me in the Netherlands
  • Angelito, what am I going to do without you? I'm back to my life, and you are starting a new one now, but still I'll miss wednesday nights in Oude Jan when we promised three hours before we weren't going. And I also owe you so many favors... It was really sad saying goodbye to you, although I'll be visiting you in less than two months!
  • Bea Arias: a ti te escribo en español porque sé que te quejas: gracias por reírte de todo aunque algunas cosas a mí no me hicieran gracia. Terminas por enseñarme el lado cómico de todo. Y además, ¡sin ti no me habría enterado de los cotilleos de la escuela!
  • Boys in Troelstralaan: Miquel, thank you for being one of my top five fans in Facebook, we all are waiting for your visit to the capital of the country you don't feel you belong. One of the best people I met in Delft, Anders: you are such a funny guy! It is very nice we are going to meet every now and then. Tobi I: you left too soon! When I went back to Delft after the exams in February, there was a big hole in the silly room. Tobi II: you were also for a short while in Delft, but it was really nice that you hung around with us instead of staying with the other Norwegian. And for all of you: THANK YOU for so many parties in your place. I missed it a lot during the summer :)
  • Silje, Kaja and Stine: thank you for changing my concept of how Norwegian girls are. No more dull and polite Victorias but funny and cheerful viking drinkers! Girls nights were the best, and we didn't even need to leave boring Delft to have so much fun.
  • Sergio, Bea Donoso: First, I didn't expect to meet people from ETSII from two years ago in Delft, so it was nice to know the previous erasmus generation. Second: thank you for all the support when we had the big problems with the application forms, and with the thesis. Third: and thank you for counting on me in lots of parties.
  • Mònica, Sandra and Rose: well, it is more or less the same as for Sergio and Bea, but for the support related to the Spanish faculty. You were helpful and nice to me, and supported me when I was in my black hole a month ago. Mònica and Rose, I am waiting for you in Madrid.
  • Anton: thank you for teaching me so much English. I think I speak much better when you are around!
  • Giacomo and Dennis: it was nice to meet you and have some mediterranean cultural exchange; we are so close!
  • Boys in Van Hasseltlaan: although the house was pretty dirty when I was around, I got to know so much of the Dutch people. At the beginning I didn't like the idea of living in such a big house, with Dutches! But even now I regret as hell I didn't learn any of you unpronounceable language, it was great living in your house, and now I know the culture much more than any other erasmus in Delft! The only thing I disliked was little Stephen (thinking of him causes me nausea, haha). Special for Eric: parallel lives got us to be friends, hope it lasts forever!
  • Pepe and Jose: we fought together against all odds, and we are engineers (well, Jose and I arent yet, but so close...)!
  • Marlies: my only Dutch girl friend! See you in Madrid, we will keep on drinking together, but sangría instead of Heineken!
  • Boys in Oost-Indiëplaats: you saved my ass at the very last moment, when I was about to live with a Turkish guy aged forty who didn't speak any English. THANK YOU! Despite the guys in Van Hasseltlaan, two months with you raised much more the Dutch girl in me. Pity I am still unable to say ik schijt op jouw mouder well, and I am still tiny compared to you.

Of course, I also want my Spanish friends to know: thank you for having been all the time commenting my stupid things in facebook and here. And thank you for all the support. And thank you for not forgetting me after so much time, and so many changes. And my boyfriend: I still can't believe we made it, guess this means forever.

Summarizing: thank you for having been around in the best year in my life, when I met freedom, when I lived long nights and struggled in the mornings, when I gave birth to my final thesis, and I hope children hurt less. When I suffered for lack of housing, when I didn't mind for a while, when I improved my English and now I can speak as fast as in Spanish, which means I probably wouldn't be able to understand if it were other person speaking. Thank you even for the hangovers, because those mean great nights before.

Oh my gosh, I'm already missing everything so much...

jueves, 22 de octubre de 2009

Te echaré de menos en octubre

Pues casi está aquí: el fin del Erasmus. Mientras miro por mi ventana la estación de Delft, y veo la lluvia caer intermitentemente, y todo huele a calefacción y a invierno y casi a Navidad (la Navidad huele a calefacción, por eso aquí huele a Navidad antes), veo que lo voy a echar tanto, tanto de menos... A mí que la lluvia en Madrid me pone de una mala leche increíble, que no puedo ni pensar en ella sin imaginarme los pies mojados y el pelo como si no me lo hubiera lavado en días, y ya la veo como parte del paisaje urbano.
Por supuesto voy a echar de menos muchas más cosas que vivir en la estación y que los trenes no me despierten a pesar de estar a 50 metros de las vías. Había hecho una lista, y se me queda corta. El otro día me decía Menchu que por lo menos mis amigos ya se han ido. Sí, pero a ver, he hecho más. No voy a estar cuatro meses mirando las pavas sola en mi casa. Que ha habido días que me he quedado en casa mirando las pavas, pero ahora si me quedo en casa me quedo con mi compañero de piso fum**** po**** (mami, yo no fumo, se lo estaba guardando a una amiga). Por fin siento que he llegado a tener amigos holandeses, que me pueden echar un cable si lo necesito. También voy a echar de menos hacer lo que me dé la real gana cuando me dé la real gana, y lo bien que vivo lejos de mami y papi. Que es bastante triste, en palabras del militroncho de mi casa, tener 25 años y vivir con ellos... Lo que pasa es que ahora además afronto muchos cambios: voy a dejar de ser estudiante oficialmente. Tengo pensado estudiar francés en cuanto llegue a España, y apuntarme a la UNED, pero desde luego no es lo mismo. Y también afronto el paro ahora, y es un bajón...
Pero las cosas que más voy a echar de Holanda son:
  • La bici
  • La cerveza buena
  • El rollito acogedor de los bares con velitas
  • La gente alta y guapa por todas partes
  • Los canales
  • El silencio de una ciudad de 100.000 habitantes (flipas)
  • La universidad buena con buenas instalaciones
  • La vidorra que me pego
  • La facilidad para hacer amigos
  • El rollo internacional, aprender cada día una cosa diferente de un país diferente
  • Hablar en inglés
  • Los chicarrones de mi casa de ahora
  • Los chicos de mi casa en Van Hasseltlaan
  • Las chicas españolas
  • Angelito

Hay tanta gente que me ha marcado en este año... He superado muchos prejuicios y he hecho amigos que no me lo creo ni yo (Miquel, va por ti: tú de Gerona, catalán a más no poder; y yo, madrileña por definición, ¿cuándo te vamos a ver por la capital de tu país? Jaja =P). Se supone que el Erasmus depende de la gente con la que des más que el sitio dónde estés. Yo he tenido una suerte inmensa. Por supuesto hay gente que me cae mal, a ver, ¡es mucha gente la que he conocido!, pero todos, de todos he sacado algo en claro, con todos he compartido momentos bonitos y emotivos. Las cenas internacionales con comida de otros sitios, como cuando descubrimos que en Noruega el arroz con leche es un plato principal, fue un shock, los intentos por decir cosas en otros idiomas, salir lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, y tener la cara de decir que algo has comido que te ha sentado mal y por eso el lunes siguiente te quedas en casa. Quedar en Holanda para ver "Sin tetas no hay paraíso", eso es buenísimo. He compartido tanto con tantas personas, detalles que no van a volver, que es mejor que se queden como un bonito recuerdo porque las segundas partes nunca fueron buenas, y no podría ser erasmus otra vez sabiendo que cualquier otro erasmus no le va a llegar ni a la suela de los zapatos a éste que se me acaba.

Me gustaría escribir un ñoñopost, como hicieron Pablo y Marina, pero creo que en vez de hacer llorar a Sandra (y apuesto a que a Jorge también), me haría llorar a mí misma y se me nublaría el texto de delante. Y todavía tengo que irme a la universidad a despedirme de alguna gente, aunque venga en dos meses y los vuelva a ver, y mañana lloraré cuando me monte en el tren camino del aeropuerto, sabiendo que no es un viaje a Madrid, y no solo es un viaje a mi fututo, es un viaje que me aleja del año más importante de mi vida, en el que más he cambiado.

No os lo vais a creer, pero el otro día me dijo el que no es militar de mi casa que debería dedicarme a cocinar, que se me da muy bien. Y acto seguido se comieron los dos chicarrones dos platos de paella cada uno. Lauraendelft aprendió a cocinar. Hay que ver cómo cambian las cosas.

viernes, 16 de octubre de 2009

Mis roommates

Bueno, no es que últimamente me pasen muchas cosas interesantes, a ver, yo estoy de "vacaciones" pero los demás tienen exámenes en seguida...
Sin embargo, a veces la vida sí que te sorprende. Como creo que a estas alturas sabe todo hijo de vecino, me voy de Delft para casi siempre en una semana, y este blog da sus últimos coletazos (don't worry babies, me tendréis un rato más). Por eso ayer organicé una cena para despedirme de mis amigos por aquí. Bueno, pensaba que no iba a venir nadie, y conseguí juntar a unas 15 personas, nada mal pensando en toda la gente que dejé fuera. Vinieron mis amigas de Delft, los chicos de la escuela del año pasado (aquí seguimos tres de cuatro...), y los de mi primera casa y uno de la de ahora. Y estuvo muy bien, me regalaron todo el merchandaising que me quería comprar de la TU Delft, y fui al Lorre por última vez.
Y aparentemente, buah, ¡soy hasta popular! Resulta que, bueno, cuando hice mi cumpleaños en Van Hasseltlaan, elevé el estándar de las fiestas que se pueden hacer allí, ¡todo el mundo hablaba de ello en la fiesta siguiente! Y eso que lo puse como evento secreto en facebook...Y ayer me fui al Lorre, y vaya, hasta parece que algunos holandeses me conocen. Yo a ellos no, los pijos del DSC, los Kappa Pi, a mí me parecen todos iguales, como los chinos: rubios, con camisa de rayas, y medio kilo de gomina que parece que no se han lavado el pelo en una semana.
Y vaya, ayer me dijo uno de la otra casa: wow, has conseguido conocer a holandeses... Sí, aparentemente tengo un físico que ayuda.
Para situar esto, he de decir lo que me vengo callando públicamente desde hace dos meses, porque ellos lo piensan de mí, pues ya lo digo yo y si logran leer esto, bien por ellos. Están muy bien paridos. Hablando en plata. Son de los holandeses más guapos que he visto en todo este tiempo, y bueno, Delft es un pueblo con chonis (jonhies se llaman aquí) e ingenieros, que tampoco se caracterizan por su belleza, pero los de mi casa podrían ser modelos. El caso es que ayer el militar que toma menta poleo me dijo la siguiente retahíla: estoy en esta casa porque el otro tenía que aprender a vivir con chicas, y por guapa. Y cuando te llamamos, pensamos: vaya, pues no solo es guapa, además es una chica maja. Pues la casa es tuya, bonita. Y entonces el de tu cuarto dijo: ¿aceptáis el reto? ¡A ver quién se la tira antes! Pero entonces salió a relucir Jorge. Aunque ya estabas instalada aquí y con un contrato...
Yo me pregunto: ¿por qué? ¿Por qué los holandeses son así? Nunca hacen bromas de sexo, pero cuando les coges confianza... Son ricos. A ver, que hagan apuestas, pues entra dentro de lo esperable, ¿no? ¿Quién no lo ha hecho nunca? ¡Hasta yo, con lo buena que soy! ¡Pero no me lo cuentes!
Flipo tanto...
Y hablando de holandeses iguales y de flipar. Creo que una de las veces que más he flipado en este país es cuando una china/coreana/vietnamita/japonesa (por las pintas, yo creo que japonesa) me preguntó que si no era holandesa. No, le dije, soy española, ¿es que parezco holandesa? Y atención a la respuesta: Sí, bueno, no sé, a mí me parecen todos iguales...
Los españoles somos morenos, bajitos, peludos y con los ojos negros; los holandeses son rubios, altos, de ojos azules y con el pelo lleno de gomina. NO somos iguales.

miércoles, 14 de octubre de 2009

¡He acabado!

Después de casi un año, de pegarme con mi supervisor más de lo que me habría gustado y de que me haya dado más disgustos que alegrías, por fin, hoy, he acabado de escribir el proyecto. Después de miles de problemas que me quitaron el sueño y que contaré a su debido tiempo (cuando me den el resguardo de haber solicitado el título), y de no descansar más que los días de resaca, que ya son pocos y muy distanciados en el tiempo, mañana no me voy a poner el despertador. Y por eso, aunque tengo un poco de sabor agridulce, soy una persona bastante feliz.
Hasta que vuelva a ver el abismo bajo mis pies...

lunes, 12 de octubre de 2009

Tócate los pies...

¡Pues tócate los pies con los holandeses! No contentos con su afición de vigilar todo lo que hacen los demás poniendo ventanales sin cortinas en las casas y cámaras de seguridad por todas partes, y de que haya seguratas en la biblioteca, ayer me ocurre lo siguiente.
Resulta que los fines de semana en la biblioteca las máquinas de café (sí, ésas que se queman un poquillo y después hay que derrumbar el edificio entero) se quedan vacías, generalmente de vasos. Tal que me tomo un café corriendo, me achicharro la lengua, el paladar y la garganta, me guardo el vaso para luego, y viene el segurata y me echa la bronca: no, verás, que está vacío. Pero antes no lo estaba, ser del despreciable sur de Europa...
En fin, que a todos nos hacen lo mismo.
Pero lo mejor es que viene una amiga, y me voy a comer con ella, y dejo el iPod y el disco duro en mi sitio. Y mi abrigo cantoso de diseño. Y cuando me voy de la biblioteca, porque a las 6 me echan, viene el colega y me dice:
- Oye, mira, que es que te he reconocido por tu abrigo (hortera). Que antes te has dejado las cosas encima de la mesa, y es peligroso porque hay robos...
Después de estar copiando dos mil números a mano durante 6 horas, no me voy a poner a discutir, pero... ¿Para qué COJO*** estás entonces? ¿Para que yo no me pueda comer una galleta delante del ordenador sin sentirme culpable?
De verdad, ni de los holandeses te puedes fiar ya... Porque, por supuesto, en la biblioteca en Madrid no dejo ni el bocata de la merienda.

jueves, 8 de octubre de 2009

Gran Hermano

Resulta que ahora han cambiado las normas de la biblioteca de Delft. Sí, la montaña más alta de Holanda, con permiso de la zona de Limburgo, que es País Bajo, pero no Holanda en sí.
Han puesto la parte del cono y el hall como si fuera la rotonda (es decir, para gente ajena a la Etsii, que se puede hablar, comer, chillar y poner música de chonaco en el móvil), aunque la gente no se ha enterado y todavía está todo el mundo calladito. En la parte de los ordenadores ahora no te puedes ni tomar un café. ¡Te incitan a ser vago! A mí, tomarme un café, me supone tranquilamente media hora, porque sale a 96 graditos (lo sé, y punto), y es media hora que pierdo que podría dedicar a ver “Cómo conocí a vuestra madre”, a ver las tonterías que colgáis en el facebook, o a desc***** mu****. No quiero incitar a la realización de actos ilegales, pero vaya, que estaba yo mejor tomándome el café haciendo el vago delante del ordenador que yo sola mirando las pavas en el coffie corner los días en los que a mi alrededor solo hay chinos.
En realidad siempre ha sido así, nunca se ha podido comer ni beber en la biblioteca, pero ¡ahora hay un segurata! Flipo, de verdad que sí. Y el hombre se pasea por los ordenadores echándote en cuanto ve que sacas una manzana del bolso. Por un lado tiene razón, porque un día a un amigo mío se le cayó el café en el teclado del ordenador, y lo volcó y aquello chorreaba, poner un segurata… ¿No es exagerar un poco? En la ETSII para eso tenemos a la bibliotecaria ésta que es gili (el segurata esta clavando sus ojos en mi sándwich en este preciso instante) que se pasa el día chistando para que te calles mientras ella se parte con el colega, que ni subir las escaleras con tacones deja (avance de Delft: el único sitio donde debe haber moqueta, la biblioteca, tiene moqueta antipijas).
El caso es que aquí te tienen tan controlado, que parece que les falta un palo para azuzarte a estudiar. Mejor sería que iluminaran la biblioteca bien.
A veces es que a este país le encanta controlar lo que haces, porque igual que no me creo que una mujer lleve burka porque le apetezca, tampoco me parece a mí que lo prohíban para mejorar su calidad de vida: lo hacen para tenerla controlada, y todo lo demás es mentira. Y para eso está el segurata de la biblioteca, para controlarte.