Veranito en Holanda

Aquí ando todavía en Holanda y por lo que parece bastante tiempo, ¿no? Pues la verdad es que no se si es por mucho tiempo, porque parece ser que mañana me marcho a Maastricht a hacer un poco de turismo, que hace mucho que no hago de eso, y yo tenía la intención de ir a Colonia, pero mi novio, que sigue por aquí, no quiere ir…
A pesar del frío que hace, y de lo cansada (agotada me levanté ya el martes…) que estoy, estoy bastante contenta por unas cosillas. La verdad es que aunque mi casa nueva no esté todo lo limpia que puede estar una casa (¿cada día me parezco más a Monica Geller o es una impresión mía? ¿O es solo por llevar la contraria?), tiene bastante sentimiento de hogar, con un gato que es el ser más imprescindible que hay sobre la faz de la Tierra si vives en el centro de Delft. A pesar de esto, o precisamente por ello, mis próximas visitas van a alucinar.
Sí, sigo teniendo visitas. Al principio era genial: ¡Viene un amigo mío!
Después dejé de tener tanto entusiasmo, y llegó un momento que me agobiaba un poco. Esto es, mi hermano: “Laura, ¿tienes bicis para mí? ¿Cuántas bicis tienes? ¿15 bicis? ¿800 bicis? ¡Laura! ¿Se puede fumar aquí? ¿Y aquí? “.
¡No! No tengo 800 bicis, no se puede fumar. Los porros están prohibidos fuera del coffee shop. Y en mi cuarto no se fuma. Y la marihuana no se pone encima de los apuntes de Laura, que luego a Laura le vienen los vapores mientras estudia.
Pero ahora de nuevo estoy preparada para más visitas. Por favor. Entretenedme. Y que venga alguien que ya conozca Amsterdam, que me canso de ir.
¡Y por eso voy a tener casi todo el verano completo! Hostal Laura no tiene habitaciones.
Aunque el otro día, aunque no tenía muchas ganas de ir, fui a Amsterdam con mi novio y estuvimos paseando por zonas que están bastante fuera ya de la ruta turística. Pero como todo el mundo que viene tiene su propia guía turística (es decir: yo), ahora va a descubrir el Jordaan holandés de verdad. Tanto Barrio Rojo y tanto porro. Y lo bueno no lo promocionan.
Pero hay otras cosas que estoy descubriendo este “verano”:
Cómo debe irse de vacaciones de todo el verano a Argentina a pasar frío, pero sin salir de Europa.
Las Kappa Pi: las historias de las fraternidades.
También voy a descubrir cómo las Kappa Pi sobreexplotan a los novatos y cómo los novatos me van a hacer el desayuno el mes que viene.
Que las Kappa Pi no saben que los españoles somos lo peor de la sociedad holandesa, que la mayor parte de los españoles vienen a fumar porros, y algunos hasta a venderlos (de manera legal: hay muchísimos camareros españoles en los coffee shops).
Qué es lo que pasa cuando tienes todas las instalaciones de una universidad de prestigio a tu disposición para que juegues a ser científica pero no lo eres.
Lo mejor del verano, a pesar de todo, no es nada de lo anterior, sino que… ¡He aprobado mi última asignatura en Madrid! Considerando que el proyecto en Madrid es un trámite que tienes que cumplir pero que no es como estudiar Transmisión de Calor, casi considero que soy una señora Ingeniera Industrial. Con mayúsculas, que a los “lisensiados” (ah, que los ingenieros no ¿somos? licenciados…) se les trata con respeto.

Tengo que meterme más en el mundo de las Kappa Pi para contar historias graciosas, que deben de tener a cascoporro.