Mientras yo intento entender como puedo echar vaho por la noche el 11 de junio, no poder dormir por tener los pies fríos y llevar guantes por la calle mientras caen chuzos de punta, he decidido que me tengo que adaptar al medio. Los holandeses, que son personas muy peculiares con el idioma más feo que he escuchado en mi vida, saben valorar algunas cosas. ¿Que el cielo es gris? Pues ellos se visten de colores. Al principio me parecía que vestían fatal… Ahora hasta los imito. ¿Que es junio, y eso significa primavera/verano según El Cor.. Ingl..? Pues uno se pone ropa de verano. Por eso me paseo por Delft con una cazadora rosa que no quita nada de frío, y he decidido que aunque el tiempo me lo pida a gritos, no pienso calzarme unas botas ni un jersey. Tal que voy con tirantes y con unas zapatillas Vict….. Porque es que me he cansado de que sea invierno.
Además de que el invierno ha significado Erasmus (no nos engañemos, que ha sido invierno todo el Erasmus, a ver, que llevo con guantes desde mediados de septiembre, y me fui a España con guantes y al dia siguiente eran las 5 de la mañana y yo iba con vestidito de tirantes), y aparentemente el Erasmus se acaba. Hoy se va una amiga noruega, y me doy cuenta de que la gente se va. No es que no me diera cuenta de ello cuando se fueron los de febrero, porque Miquel, Marga y Tobi, realmente os echo de menos, pero ahora es que se van todos los demás.
El Erasmus en España tiene que ser espectacular, porque en España hay puentes, y fiestas, y los bares cierran muy tarde, y la bebida es barata, y salir de tapas es lo mejor que puedes hacer en esta vida, pero el Erasmus lo hace la gente. Y estoy tan contenta de haber conocido a la gente que me ha rodeado en estos meses, que no podría haberlos sustituido por nada. Y les agradezco los momentos geniales que me han ofrecido. Por encima de todo, agradezco que hayamos conseguido tener un grupo mínimamente internacional, donde hay días que lo único que hablo en español es con mi novio y cuando alguien español llama para ver por dónde andamos. Y eso hace que haya sentimiento Erasmus, porque con la invasión masiva de españoles y de italianos en toda Europa (a ver quien me niega que no los hay por todas partes), es muy fácil quedarte con tu grupo de españoles. Y nosotros hemos conseguido hacer amigos de fuera (de Noruega, básicamente, que tampoco es plan de mentir), y empezar a planear viajes para vernos otra vez, porque es la gente que conoces durante el Erasmus es tan diferente a ti en algunos aspectos, pero se te parece tanto en las ganas de viajar, de conocer otras cosas y otros países, que sientes que tienes que mantener el contacto todo lo que puedas. Aunque por supuesto hay gente que sabes que no vas a volver a ver, y también te alegras por ello. Que de todo hay en la viña del Señor…
Pero básicamente, aunque Kaja no sea de mi núcleo duro, sí es del núcleo “blando”, del pequeño grupo de chicas con las que he llegado a conectar, y la voy a echar de menos. Y lo malo es que no es la única que se va, esta es la primera despedida de todas las que voy a hacer de aquí a que me vuelva a España para siempre en Noviembre. No es solo el principio del fin del Erasmus (que sigo aquí, pero dejo de ser Erasmus el día 30 porque dejo de cobrar), es el principio del fin de mi vida como la he conocido siempre: se acaba el Erasmus, se acaban las asignaturas, se acaba la aventura de vivir en el extranjero, se acaba la carrera, se acaba el depender de Papi.
Ay, abismo otra vez…
viernes, 12 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
ay que se te acaba el año no-sabatico! lo bueno tiene que ser breve que si no te hartas, bueno, del pago mensual del señor erasmus no se cansa uno
vaya creo recordar q en mi caso no fue mensual, fue tres meses despues de volver
Publicar un comentario