martes, 29 de septiembre de 2009
¡Ahí va!
Pues, ¿sabéis una cosa? No todo lo copian los holandeses. ¡Alfred J. Cuack es de aquí! Y por supuesto, no se llama Cuack, no tiene suficientes k's. Se llama Kwak. Y lo he buscado en youtube, y no he encontrado la cabecera, pero la canción se han puesto a cantarla los de mi casa, y después me han hecho cantarla a mí, y por lo visto, dice lo mismo. He encontrado otra cosa que no es exactamente la cabecera, y quitando un par de nombres japoneses, ¡la verdad es que sí es holandés! Se me ha caído un mito. Ahora solo me queda saber que no sólo los niños españoles de finales de los 80 y principios de los 90 leemos D'Artacan en vez de D'Artagnan cuando nos culturizamos y leemos a Dumas. Sí, qué pasa, seiscientas páginas leyendo D'Artacan y asombrándome de que su mujer no se llame Julieta a pesar de haber leído antes Romeo y Julieta.
Más tonterías holandesas
Creo que he dejado patente muchas veces que los holandeses son una raza superior a la española en muchos aspectos. En otros no tanto. Vale que son bastante más guapos, y bastante más altos, que yo aquí las paso un poco p**** para agarrarme a las asas que cuelgan del tranvía y en algunos bares no me puedo ver la barbilla en el espejo del servicio, y en España ni siquiera tengo que estirar el brazo en el metro. Pero también son bastante más cerdos y bastante más cuadriculados. Esto me viene a la cabeza por un par de detalles que he venido observando. Cuadriculado es todo aquel que viva más al norte que Milán sin ser italiano, pero esta gente tiene detalles absolutamente geniales.
Contradiciendo la leyenda popular de la creatividad televisiva de los holandeses, he de seguir con los plagios. A las 21.30 de los viernes echan en un canal llamado Veronica, que yo creo que pertenece a Unilever porque es un canal, una revista, y no sé cuántas cosas más, un conocido programa de la televisión argentina (tampoco es plan de echarnos flores) llamado CQC. No sé qué significa CQC en holandés, porque se llama CQC y es como el Caiga quien caiga, reparten gafas negras y le regalaron un dildo a Tarantino porque hace una colección, que es lo máximo que yo pude entender porque el resto del programa estaba en holandés. No contentos con plagiar el CQC, también han copiado un invento patrio, para qué van a hacer sus propios programas, si se pueden dedicar a cuadricular el mundo mientras los demás hacemos el paripé, que es Humor Amarillo. Esto es cierto, han cogido las caídas de las zamburguesas de Takeshi’s Castle (que es como se llama el invento en Japón y en Holanda, pero en Japón iba en serio) y han puesto a un holandés a decir paridas sobre el Chino Cudeiro que se ha dejado los piños en la zamburguesa, o que una bola le ha dado en los nacasones y por eso el pobre Chino Cudeiro se ha muerto otra vez. Por supuesto, no sé si en realidad hablan del Chino Cudeiro o de otro Chino, pero sé que dicen gilipolleces todo el rato, y los de mi casa se ríen bastante.
En honor de Takeshi’s Castle, he de decir que en Estados Unidos (por el acento) han sacado un programa igual que también lo echan en la tele holandesa, y que sí se lo toman en serio y la gente entrena para competir. Y no se parten los piños en las zamburguesas porque llevan protectores.
Es que en Holanda ponen muchas cosas de la tele americana. Oprah Winfrey, por ejemplo, que es la cosa más tonta que he visto jamás, y me van a cerrar el blog por meterme con la señora afroamericana más poderosa de la historia mundial. También ponen America’s next top model, y yo he de reconocer que mi lado telebasurero se enganchó el año pasado al asunto y ahora está bastante cabreado porque lo han sustituido por Benelux’s next top model, y es en holandés.
Y dejando de hablar de plagios, otra cosa de cuadriculez mental que he observado y puedo comentar es lo siguiente. Alrededor de mi facultad hay un laguito, que llega el agua por la cintura, una vez había un señor recogiendo bicis y por eso lo sé. Pues han hecho un puentecico, o en ello están, que cruza hacia IO. Está guay, porque si no había que dar mucha vuelta. Pero, ¿qué hacen los holandeses para hacer el puentecito?
Fácil y sencillo, oye, cómo hacer tu propio puente:
1. Apila un montón de arena en el agua.
2. Aprénsala.
3. Haz unos agujeros y rellénalos con hormigón armado.
4. Pon unas planchitas de más hormigón armado encima. Esto, te vas al Leroy Merlin y te lo traes en el coche, así de fácil.
5. Quita la arena que te sobre de los pilares.
6. Deja que fluya el agua otra vez.
¡Y ya tienes tu propio puente, oye! Y cual plan E de Zapatero, llevan para hacerlo desde Navidad más o menos. Digo yo, si pones un terraplén y lo cubres de hormigón, ¿por qué no lo dejas así y ya está?
¿Dónde está la página para hacerme fan de los holandeses por el Facebook?
Contradiciendo la leyenda popular de la creatividad televisiva de los holandeses, he de seguir con los plagios. A las 21.30 de los viernes echan en un canal llamado Veronica, que yo creo que pertenece a Unilever porque es un canal, una revista, y no sé cuántas cosas más, un conocido programa de la televisión argentina (tampoco es plan de echarnos flores) llamado CQC. No sé qué significa CQC en holandés, porque se llama CQC y es como el Caiga quien caiga, reparten gafas negras y le regalaron un dildo a Tarantino porque hace una colección, que es lo máximo que yo pude entender porque el resto del programa estaba en holandés. No contentos con plagiar el CQC, también han copiado un invento patrio, para qué van a hacer sus propios programas, si se pueden dedicar a cuadricular el mundo mientras los demás hacemos el paripé, que es Humor Amarillo. Esto es cierto, han cogido las caídas de las zamburguesas de Takeshi’s Castle (que es como se llama el invento en Japón y en Holanda, pero en Japón iba en serio) y han puesto a un holandés a decir paridas sobre el Chino Cudeiro que se ha dejado los piños en la zamburguesa, o que una bola le ha dado en los nacasones y por eso el pobre Chino Cudeiro se ha muerto otra vez. Por supuesto, no sé si en realidad hablan del Chino Cudeiro o de otro Chino, pero sé que dicen gilipolleces todo el rato, y los de mi casa se ríen bastante.
En honor de Takeshi’s Castle, he de decir que en Estados Unidos (por el acento) han sacado un programa igual que también lo echan en la tele holandesa, y que sí se lo toman en serio y la gente entrena para competir. Y no se parten los piños en las zamburguesas porque llevan protectores.
Es que en Holanda ponen muchas cosas de la tele americana. Oprah Winfrey, por ejemplo, que es la cosa más tonta que he visto jamás, y me van a cerrar el blog por meterme con la señora afroamericana más poderosa de la historia mundial. También ponen America’s next top model, y yo he de reconocer que mi lado telebasurero se enganchó el año pasado al asunto y ahora está bastante cabreado porque lo han sustituido por Benelux’s next top model, y es en holandés.
Y dejando de hablar de plagios, otra cosa de cuadriculez mental que he observado y puedo comentar es lo siguiente. Alrededor de mi facultad hay un laguito, que llega el agua por la cintura, una vez había un señor recogiendo bicis y por eso lo sé. Pues han hecho un puentecico, o en ello están, que cruza hacia IO. Está guay, porque si no había que dar mucha vuelta. Pero, ¿qué hacen los holandeses para hacer el puentecito?
Fácil y sencillo, oye, cómo hacer tu propio puente:
1. Apila un montón de arena en el agua.
2. Aprénsala.
3. Haz unos agujeros y rellénalos con hormigón armado.
4. Pon unas planchitas de más hormigón armado encima. Esto, te vas al Leroy Merlin y te lo traes en el coche, así de fácil.
5. Quita la arena que te sobre de los pilares.
6. Deja que fluya el agua otra vez.
¡Y ya tienes tu propio puente, oye! Y cual plan E de Zapatero, llevan para hacerlo desde Navidad más o menos. Digo yo, si pones un terraplén y lo cubres de hormigón, ¿por qué no lo dejas así y ya está?
¿Dónde está la página para hacerme fan de los holandeses por el Facebook?
lunes, 28 de septiembre de 2009
Sentimientos encontrados (I)
Pues parece que ahora sí que le veo el final. Sólo tengo que escribir ya unas cositas que me quedan, y se acabó todo casi para siempre... He pasado unas semanas de locura, trabajando en el proyecto como una burra, pero ahora ya le veo el fin. No sabía cuando iba a acabar, pero ya está. Como aquí te dan mucha mano suelta para que hagas con el proyecto lo que quieras cuando quieras, me he propuesto acabar el día 10-15, de octubre (digamos 12, y tengamos la fiesta en paz). Y volver a casa el día 23, que se me acaba el contrato de mi casa de Delft. Así les doy diez días para que me arreglen los papeles y para que los arregle yo, para irme de compras y a ver lo que me queda por conocer de Holanda, para salir de fiesta como si fuera erasmus otra vez, ahora que le he puesto una solución a mis resacas horribles y para estar un poco de vacaciones (traduciendo, como si lo viera).
Y ahora es cuando sí que sí me da depresión. Este fin de semana pasado, que mi comentador más fiel ha pasado en una boda en su pueblo (es un pueblo gordo) y hace mucho que no lo veo porque nunca está cuando yo voy, he estado en Madrid. A ver, las cosas aparentemente están como siempre. Mentira. Mi casa es un poco rara, ya no tengo amigos en Villalba porque todos emigráis, mi novio tiene el pelo más largo que yo... Pero sin duda alguna yo he cambiado. Aunque solo sea porque entro en una tienda y digo: "Ehhh... Ehhh... Do y.. tienes...?", como mi hermano en Holanda: "Ehhh... ehh... Tien... Do you have...?". El caso: he vuelto con sentimientos encontrados a Delft. Es mi último viaje de vuelta "a casa".
El erasmus te cambia y eso lo sabe todo el que haya conocido a un erasmus antes y después. Y además yo afronto muchos más cambios que deshacer el de irme de casa. Tengo un sabor agridulce, no me quiero ir, me encanta Delft. Y me quiero ir, me encanta Madrid. Voy a echar muchísimo de menos esto. El otro día le lloraba a Ángel, mi amigo "holandés", que quería acabar el proyecto, que me quería ir. Que estaba harta. Y cuando me dijeron que me fuera a mi casa, le dije que me daba mucha pena y él me contestó: "Anda, venga, si ayer estabas llorando porque no te ibas". Es cierto, lloro porque no me voy, lloro porque me voy. En realidad lloro porque si no me voy no acabo la carrera, que de hecho pretendo volver en Diciembre, no se me vaya a mí a olvidar lo que es el frío polar. Que he llegado hoy a Delft y no me ha importado en absoluto la necesidad de una cazadora gorda. No lloro porque no me voy, de hecho esto estuvo a punto de convertirse en mi vida real, y quiero volver, pero con mi novio.
Cuando vuelva enseguida de Delft, además se acaba una etapa muy importante de mi vida, una etapa en la que llevo 20 años, de 24 que gasto. La etapa de estudiante. Miro con nostalgia a la Etsii ya, y eso que cuando la gente de primer año pasa a mi lado empieza a olerme a guardería. Qué duro va a ser volver y afrontar todo esto, y a la vez, estoy tan expectante...
Y ahora es cuando sí que sí me da depresión. Este fin de semana pasado, que mi comentador más fiel ha pasado en una boda en su pueblo (es un pueblo gordo) y hace mucho que no lo veo porque nunca está cuando yo voy, he estado en Madrid. A ver, las cosas aparentemente están como siempre. Mentira. Mi casa es un poco rara, ya no tengo amigos en Villalba porque todos emigráis, mi novio tiene el pelo más largo que yo... Pero sin duda alguna yo he cambiado. Aunque solo sea porque entro en una tienda y digo: "Ehhh... Ehhh... Do y.. tienes...?", como mi hermano en Holanda: "Ehhh... ehh... Tien... Do you have...?". El caso: he vuelto con sentimientos encontrados a Delft. Es mi último viaje de vuelta "a casa".
El erasmus te cambia y eso lo sabe todo el que haya conocido a un erasmus antes y después. Y además yo afronto muchos más cambios que deshacer el de irme de casa. Tengo un sabor agridulce, no me quiero ir, me encanta Delft. Y me quiero ir, me encanta Madrid. Voy a echar muchísimo de menos esto. El otro día le lloraba a Ángel, mi amigo "holandés", que quería acabar el proyecto, que me quería ir. Que estaba harta. Y cuando me dijeron que me fuera a mi casa, le dije que me daba mucha pena y él me contestó: "Anda, venga, si ayer estabas llorando porque no te ibas". Es cierto, lloro porque no me voy, lloro porque me voy. En realidad lloro porque si no me voy no acabo la carrera, que de hecho pretendo volver en Diciembre, no se me vaya a mí a olvidar lo que es el frío polar. Que he llegado hoy a Delft y no me ha importado en absoluto la necesidad de una cazadora gorda. No lloro porque no me voy, de hecho esto estuvo a punto de convertirse en mi vida real, y quiero volver, pero con mi novio.
Cuando vuelva enseguida de Delft, además se acaba una etapa muy importante de mi vida, una etapa en la que llevo 20 años, de 24 que gasto. La etapa de estudiante. Miro con nostalgia a la Etsii ya, y eso que cuando la gente de primer año pasa a mi lado empieza a olerme a guardería. Qué duro va a ser volver y afrontar todo esto, y a la vez, estoy tan expectante...
domingo, 20 de septiembre de 2009
A poco más de un mes de que me vaya, si eso, empiezo a tener sentimientos encontrados. Me va a dar mucha penica irme, y a la vez tengo unas ganas tan grandes...
Este fin de semana ha venido una amiga del año pasado, de las íntimas. Éramos tres, Menchu, María y yo, y ha venido Menchu. Con perdón por hablar de ellas sin que lo sepan, cuando volvieron a Madrid estuvieron las dos bastante mal, con la famosa depresión post erasmus. Menchu llegó el viernes y siente que las cosas están como si no se hubiera ido nunca, y que es como deben estar. Y realmente, cómo son las cosas en Delft la mayor parte de las veces, es cómo deben ser las cosas. He de decir que la casa donde estoy ahora tiene bastante que ver con que esté contenta aquí, porque los tíos son más majos que nada, y me cuidan. El otro día les dije que no iba a venir a cenar y me dijeron que no pasaba nada, corazón, nosotros te hacemos la cena para que cuando te dejen salir de tu zulo en la uni solo lo tengas que calentar y meterte a mimir. Pero cuando vino Menchu todo parecía mucho más Delft. Son cosas que están unidas con lazos muy fuertes. Yo no me imagino Delft sin mis amigas, y llevo tres meses sin ellas por aquí. No me imagino Delft sin bici, y tampoco me imagino Delft sin mi amigo Ángel. Y claro, que solo falte María, acerca mucho el Delft de hoy a Delft.
Y con todo lo que tengo aquí, en mes y medio estoy en casa. ¿Y entonces qué? A mí me gustaba mi vida, y lo siento chicos, sé que sois un apoyo genial y espero que lo sigáis siendo cuando vuelva, pero... Me da miedito. Me enfrento a muchos cambios. Y el de hablar español con propiedad es uno de ellos, voy a dejar de decir que estoy en fuego, que me sale solo (gracias, Angelito) y de aplicar para cosas y de overcome, que nunca me sale una traducción en español, y de ir a la librería, y de hablar en inglés en sueños. Pero también me enfrento a la búsqueda de la lista del paro, y la de una casa, y la de un futuro. Ay, me supera. Y tengo tantas ganas de pasar a la siguiente fase...
No es que tenga ganas de irme de Holanda, que a veces parece que las tengo, es solo ganas de evolucionar y ver qué hay más allá de los centros educativos.
Este fin de semana ha venido una amiga del año pasado, de las íntimas. Éramos tres, Menchu, María y yo, y ha venido Menchu. Con perdón por hablar de ellas sin que lo sepan, cuando volvieron a Madrid estuvieron las dos bastante mal, con la famosa depresión post erasmus. Menchu llegó el viernes y siente que las cosas están como si no se hubiera ido nunca, y que es como deben estar. Y realmente, cómo son las cosas en Delft la mayor parte de las veces, es cómo deben ser las cosas. He de decir que la casa donde estoy ahora tiene bastante que ver con que esté contenta aquí, porque los tíos son más majos que nada, y me cuidan. El otro día les dije que no iba a venir a cenar y me dijeron que no pasaba nada, corazón, nosotros te hacemos la cena para que cuando te dejen salir de tu zulo en la uni solo lo tengas que calentar y meterte a mimir. Pero cuando vino Menchu todo parecía mucho más Delft. Son cosas que están unidas con lazos muy fuertes. Yo no me imagino Delft sin mis amigas, y llevo tres meses sin ellas por aquí. No me imagino Delft sin bici, y tampoco me imagino Delft sin mi amigo Ángel. Y claro, que solo falte María, acerca mucho el Delft de hoy a Delft.
Y con todo lo que tengo aquí, en mes y medio estoy en casa. ¿Y entonces qué? A mí me gustaba mi vida, y lo siento chicos, sé que sois un apoyo genial y espero que lo sigáis siendo cuando vuelva, pero... Me da miedito. Me enfrento a muchos cambios. Y el de hablar español con propiedad es uno de ellos, voy a dejar de decir que estoy en fuego, que me sale solo (gracias, Angelito) y de aplicar para cosas y de overcome, que nunca me sale una traducción en español, y de ir a la librería, y de hablar en inglés en sueños. Pero también me enfrento a la búsqueda de la lista del paro, y la de una casa, y la de un futuro. Ay, me supera. Y tengo tantas ganas de pasar a la siguiente fase...
No es que tenga ganas de irme de Holanda, que a veces parece que las tengo, es solo ganas de evolucionar y ver qué hay más allá de los centros educativos.
domingo, 13 de septiembre de 2009
Asíntotas
Ay, estas asíntotas me van a matar. Aunque parezca que todo es de color de rosa estando de erasmus, lo que yo quiero es acabar esto porque significa que me gradúo y ya tengo ganitas. Y el fin es asintótico. Nunca llega, parece que sí pero no. No llego nunca, estoy acotada superiormente por una barrera que es la de la entrada a la vida adulta y no paro de acercarme pero no termino de llegar. Llevo viendo la luz al final del túnel casi dos años. Pero aunque antes era un puntito en la lejanía, y ahora me deslumbra si la miro de frente, sigo en el túnel.
Y a pesar de todo, he de decir que ahora es mucho mejor que hace un par de meses. Aunque esté en la biblioteca y sea domingo, y necesite unas vacaciones más que el comer, a pesar de todo, las cosas son mejores ahora. Y ahora es cuando en realidad me da un poco de penilla que todo se vaya a acabar. Ayer me decía el ex Kappa Pi de mi casa que le da pereza ir a las fiestas internacionales porque es siempre la misma conversación tonta: de dónde eres, qué estudias, cuánto tiempo vas a estar en Delft, y yo me temo que ya ni merezco la pena de hacer el esfuerzo de hablar conmigo cuando a la tercera frase contesto que me quedan dos meses. Asintóticamente, claro.
Y por otra parte, de lo que realmente tengo ganas es de perder de vista a los adolescentes que han entrado en la universidad este año. La madre que los trajo, como se nota que nacieron en los noventa. Los veo, ahora que yo acabo y que ellos empiezan, y pienso: ¿era yo así de pava? ¿De verdad que éramos así de pavos todos nosotros? ¿Tenían mis amigos esos gallos horribles?
De lo que sí que me acuerdo es de que pensaba que me iba a comer el mundo, y luego empecé a pensar que menudo túnel, que de ahí yo no salía viva. Y aunque al principio caminaba rápido, la asíntota me desespera. ¿De verdad se llega a acabar la carrera, o es una leyenda urbana como que si te tomas una aspirina con coca-cola te mueres? Esa, además, es falsa…
Ah, Pablo, una cosa, no sé si incumplo alguna ley. Total, no creo que nadie ni siquiera se percate de que yo haya colgado una foto. Pero macho, acabo de darme cuenta de que tengo un problema, no sabía que SEM es MEB en español. A ver cómo presento yo esto en Madrid…
Y a pesar de todo, he de decir que ahora es mucho mejor que hace un par de meses. Aunque esté en la biblioteca y sea domingo, y necesite unas vacaciones más que el comer, a pesar de todo, las cosas son mejores ahora. Y ahora es cuando en realidad me da un poco de penilla que todo se vaya a acabar. Ayer me decía el ex Kappa Pi de mi casa que le da pereza ir a las fiestas internacionales porque es siempre la misma conversación tonta: de dónde eres, qué estudias, cuánto tiempo vas a estar en Delft, y yo me temo que ya ni merezco la pena de hacer el esfuerzo de hablar conmigo cuando a la tercera frase contesto que me quedan dos meses. Asintóticamente, claro.
Y por otra parte, de lo que realmente tengo ganas es de perder de vista a los adolescentes que han entrado en la universidad este año. La madre que los trajo, como se nota que nacieron en los noventa. Los veo, ahora que yo acabo y que ellos empiezan, y pienso: ¿era yo así de pava? ¿De verdad que éramos así de pavos todos nosotros? ¿Tenían mis amigos esos gallos horribles?
De lo que sí que me acuerdo es de que pensaba que me iba a comer el mundo, y luego empecé a pensar que menudo túnel, que de ahí yo no salía viva. Y aunque al principio caminaba rápido, la asíntota me desespera. ¿De verdad se llega a acabar la carrera, o es una leyenda urbana como que si te tomas una aspirina con coca-cola te mueres? Esa, además, es falsa…
Ah, Pablo, una cosa, no sé si incumplo alguna ley. Total, no creo que nadie ni siquiera se percate de que yo haya colgado una foto. Pero macho, acabo de darme cuenta de que tengo un problema, no sabía que SEM es MEB en español. A ver cómo presento yo esto en Madrid…
martes, 8 de septiembre de 2009
El Kanthal empieza a gustarme
Pues aquí ando.
Después de muchas, muchas horas echadas en mi zulo (que por lo menos tiene ventanas, aunque me bajen la p*** persiana), y muchas, muchas horas echadas en un laboratorio a 18 grados, hoy que hace 27, he hecho algo útil. Porque esto es así, todos los erasmus que estamos con proyecto tenemos la misma sensación: ¿Qué he hecho durante 8 meses si lo acabo todo en los últimos 2? Pues, básicamente, perder el tiempo, pero por lo menos a la universidad le dan dinero por ello, aunque el de mis padres se evapore.
Pero hoy he roto mis primeras probetas. Por si acaso decíais, ¿qué hará esta tía en Holanda a estas alturas de la vida? Pues esto es lo que hago.
Alúmina alfa sobre un acero llamado comercialmente Kanthal D. Bonito, ¿eh? Pues a esto me dedico. Y para los legos en el asunto, esta foto es de libro, ricos. Nunca sabré mirar por un microscopio normal de instituto, y mirad lo que hago con uno electrónico.
No quiero ver investigación nunca más en mi vida...
Pero por lo menos me lo sigo pasando bien. Y hace bueno. Hoy me he levantado, y ayer me dijo uno de mi casa que hoy iba a hacer bueno, así que yo me pongo de verano. Y le digo, como haga frío te enteras, rico. Pues no, no se va a enterar porque hace de playa. Y yo, aquí. De cualquier manera no tengo ningún tipo de queja de los de mi casa, son súper graciosos. El otro día estaba el militar (esto creo que no lo conté: como no se quiere ir a Afganistán, se ha metido en la reserva. Por si se rompen los diques y cosas así, y el ejército de verdad sigue en Afganistán matando talibanes), el ex Kappa Pi, viendo un programa de la tele que salían unos tipos que se van a vivir a España y se llevaban el café de Holanda porque según ellos el español está malo porque está muy fuerte. ¿Cómo quieres que esté, peazo melón? Si es café, está fuerte, si no, te tomas una guarrería americana, lo llaman. Y como el café en Holanda está tan poco fuerte, los holandeses beben té. Esto es muy gracioso. ¿A cuántos chicos habéis visto tomar té en España que no estén a dieta y que no sean Jorge? A ninguno. ¿no? ¿Y menta poleo? Es de niña, jaja.
Pues coge el otro día el ex Kappa Pi, y le digo: ¿quieres un té? Y me dice que sí. A todo esto, el amigo venía de la reserva chunga holandesa, que es el ejército, vaya. Y venía vestido de camuflaje. ¿Os imagináis a un legionario tomándose el té de las 5 con pastas? Con la cabra, de solo imaginarlo me meo, jaja. ¿Y un menta poleo, que era lo que yo me iba a tomar?
Como diríamos Sandrita y yo, soy fan. Yo soy fan de los holandeses.
Por cierto, no sé si esto lo había colgado alguna vez ya, hablando de ventanas que se abren y se cierra. Qué gran programa se perdió con Berlus. Ah, y otra cosa: ¡en Holanda echan CQC!
Después de muchas, muchas horas echadas en mi zulo (que por lo menos tiene ventanas, aunque me bajen la p*** persiana), y muchas, muchas horas echadas en un laboratorio a 18 grados, hoy que hace 27, he hecho algo útil. Porque esto es así, todos los erasmus que estamos con proyecto tenemos la misma sensación: ¿Qué he hecho durante 8 meses si lo acabo todo en los últimos 2? Pues, básicamente, perder el tiempo, pero por lo menos a la universidad le dan dinero por ello, aunque el de mis padres se evapore.
Pero hoy he roto mis primeras probetas. Por si acaso decíais, ¿qué hará esta tía en Holanda a estas alturas de la vida? Pues esto es lo que hago.
Alúmina alfa sobre un acero llamado comercialmente Kanthal D. Bonito, ¿eh? Pues a esto me dedico. Y para los legos en el asunto, esta foto es de libro, ricos. Nunca sabré mirar por un microscopio normal de instituto, y mirad lo que hago con uno electrónico.
No quiero ver investigación nunca más en mi vida...
Pero por lo menos me lo sigo pasando bien. Y hace bueno. Hoy me he levantado, y ayer me dijo uno de mi casa que hoy iba a hacer bueno, así que yo me pongo de verano. Y le digo, como haga frío te enteras, rico. Pues no, no se va a enterar porque hace de playa. Y yo, aquí. De cualquier manera no tengo ningún tipo de queja de los de mi casa, son súper graciosos. El otro día estaba el militar (esto creo que no lo conté: como no se quiere ir a Afganistán, se ha metido en la reserva. Por si se rompen los diques y cosas así, y el ejército de verdad sigue en Afganistán matando talibanes), el ex Kappa Pi, viendo un programa de la tele que salían unos tipos que se van a vivir a España y se llevaban el café de Holanda porque según ellos el español está malo porque está muy fuerte. ¿Cómo quieres que esté, peazo melón? Si es café, está fuerte, si no, te tomas una guarrería americana, lo llaman. Y como el café en Holanda está tan poco fuerte, los holandeses beben té. Esto es muy gracioso. ¿A cuántos chicos habéis visto tomar té en España que no estén a dieta y que no sean Jorge? A ninguno. ¿no? ¿Y menta poleo? Es de niña, jaja.
Pues coge el otro día el ex Kappa Pi, y le digo: ¿quieres un té? Y me dice que sí. A todo esto, el amigo venía de la reserva chunga holandesa, que es el ejército, vaya. Y venía vestido de camuflaje. ¿Os imagináis a un legionario tomándose el té de las 5 con pastas? Con la cabra, de solo imaginarlo me meo, jaja. ¿Y un menta poleo, que era lo que yo me iba a tomar?
Como diríamos Sandrita y yo, soy fan. Yo soy fan de los holandeses.
Por cierto, no sé si esto lo había colgado alguna vez ya, hablando de ventanas que se abren y se cierra. Qué gran programa se perdió con Berlus. Ah, y otra cosa: ¡en Holanda echan CQC!
sábado, 5 de septiembre de 2009
Y yo con estos pelos II
Para vuestra información, una que es masoquista se ha puesto a buscar en interné la peluquería a la que fue ayer. Existe en Madrid. Por si queréis ir. Y, ¿sabes qué, Marina? Te queda cerca de casa: en Ortega y Gasset (dos señores majísimos que comparten calle). Es orientativo del precio, yo por esa calle no paso que no tengo tanto glamour.
viernes, 4 de septiembre de 2009
Y yo con estos pelos
Pues creo que ya he hecho todo lo que se tiene que hacer dentro del marco de la legalidad en este país.
Hoy para acabar el tour del habitante holandés, me he ido a la pelu. Mira, que sí, que es caro, muy caro, que con el corte de pelo que me gasto o me maquillo o me pongo una camisa de cuadros por dentro del pantalón, porque el largo no me da mucho juego, pero lo necesitaba.
Así que os voy a contar la experiencia de Laura en la peluquería holandesa.
Le pregunto a mi amigo "holandés" Ángel: a ver, majo, ¿dónde voy yo a una peluquería? No sé. Le pregunto a mi amiga "holandesa" Rose: a ver, maja, ¿dónde voy yo a la peluquería? Pues mira, vete a dónde voy yo el viernes porque no puedo ir a mi cita, y lo tiene todo cogido hasta ni se sabe cuándo, pero es muy buena. Es en La Haya al lado del Mango. Puntualización número 1: Mango aquí es casi de lujo. Puntualización número 2: Mango está en una plaza que es como un Las Rozas Village en pequeñín. Para que os hagáis idea del precio del asunto.
Llego a la peluquería un cuarto de hora tarde porque el tren no ha pasado, me he ido corriendo desde la estación al Mango. Y claro, a lo mejor la otra estación me queda más cerca, pero como una servidora a La Haya le tiene un poco de tirria por ser la ciudad más coñazo de la historia de la Humanidad, pues no me sé el camino. Veo el sitio, y efectivamente, flipo. Desempolva la Visa, Laura, y págalo cómodamente el mes que viene. Un salón de belleza como los de las películas. A ver, solo a mí se me ocurre pedir consejo a Rose, que le sale el dinero por las orejas.
En fin, tuve la decencia de quitarme la laca de las uñas que estaba en proceso de descascarillamiento (por cierto, que alguien me dé la palabra correcta, porque de esto va mi proyecto y no sé pasarlo a español), no fuera a decirme la señorita: mira, por 50€ más te hacemos las uñas. Y yo no sé decir no.
La peluquería: se me presenta muy amablemente la señorita peluquera, estrechándome la mano como si fueras al médico, me empieza a hablar directamente en inglés: ah, tú eres la amiga de Rose, ¿y estudias con ella? ¿No? ¡Vaya! Bueno, a ver, conversación de peluquera y señora de pelos locos. Me da un masaje con esencias de menta, y me tumba, sí, ME TUMBA para lavarme el pelo. Tratamiento de relajación.
Me corta el pelo como yo siempre lo he querido tener pero nunca me atreví, porque me dice que en la foto que le llevo sale muy largo. Pues nada, en fin, que no debería quejarme, que es lo que he querido tener siempre.
Puntualización número 3: no soy como Miki (¡un besote! ¡Que me encantó verte en Ámsterdam!), no me llevé una foto de Serena Van der Wood o cómo se llame, porque para empezar me hacía falta como palmo y medio más de pelo. Me llevé una foto en el iPod de mí misma recién salida de la pelu en Madrid, que voy a borrar, no me lo vaya a coger alguien y diga que yo qué, entre Take That y mi propia foto...
Y tras secarme el pelo, que no peinármelo, y de invitarme a un té, me pide muy amablemente que le pague 70 pavos. A ver, gente que me conocéis y no sois Sandra: ¿me habéis visto alguna vez con mechas? ¿O con cortes estrambóticos? No, ¿verdad? En España pago por cortarme el pelo 15 € si me pilla en verano. Y 24 en invierno para que me lo peinen de verdad.
A ver, yo siempre había querido ir a un salón de belleza grande y guay y que me doraran la píldora un rato: pues ya lo he hecho.
Macho, esto debe de ser por convertirme en la única erasmus que vuelve a casa con el pelo más corto que nunca, siempre vuelven con el pelo más largo que han gastado nunca. Cuando me corté el pelo después de Navidad lo tenía como medio palmo por debajo de la altura del cierre del sujetador. Y ahora no me puedo hacer una coleta.
Ah, voy a explicar este gasto: me apetecía compensar el descuento que me han hecho en el sportcenter a pesar de no ser estudiante. No, en serio, no me da tiempo a ir a la pelu en España hasta noviembre. Todo tiene una razón de ser.
Hoy para acabar el tour del habitante holandés, me he ido a la pelu. Mira, que sí, que es caro, muy caro, que con el corte de pelo que me gasto o me maquillo o me pongo una camisa de cuadros por dentro del pantalón, porque el largo no me da mucho juego, pero lo necesitaba.
Así que os voy a contar la experiencia de Laura en la peluquería holandesa.
Le pregunto a mi amigo "holandés" Ángel: a ver, majo, ¿dónde voy yo a una peluquería? No sé. Le pregunto a mi amiga "holandesa" Rose: a ver, maja, ¿dónde voy yo a la peluquería? Pues mira, vete a dónde voy yo el viernes porque no puedo ir a mi cita, y lo tiene todo cogido hasta ni se sabe cuándo, pero es muy buena. Es en La Haya al lado del Mango. Puntualización número 1: Mango aquí es casi de lujo. Puntualización número 2: Mango está en una plaza que es como un Las Rozas Village en pequeñín. Para que os hagáis idea del precio del asunto.
Llego a la peluquería un cuarto de hora tarde porque el tren no ha pasado, me he ido corriendo desde la estación al Mango. Y claro, a lo mejor la otra estación me queda más cerca, pero como una servidora a La Haya le tiene un poco de tirria por ser la ciudad más coñazo de la historia de la Humanidad, pues no me sé el camino. Veo el sitio, y efectivamente, flipo. Desempolva la Visa, Laura, y págalo cómodamente el mes que viene. Un salón de belleza como los de las películas. A ver, solo a mí se me ocurre pedir consejo a Rose, que le sale el dinero por las orejas.
En fin, tuve la decencia de quitarme la laca de las uñas que estaba en proceso de descascarillamiento (por cierto, que alguien me dé la palabra correcta, porque de esto va mi proyecto y no sé pasarlo a español), no fuera a decirme la señorita: mira, por 50€ más te hacemos las uñas. Y yo no sé decir no.
La peluquería: se me presenta muy amablemente la señorita peluquera, estrechándome la mano como si fueras al médico, me empieza a hablar directamente en inglés: ah, tú eres la amiga de Rose, ¿y estudias con ella? ¿No? ¡Vaya! Bueno, a ver, conversación de peluquera y señora de pelos locos. Me da un masaje con esencias de menta, y me tumba, sí, ME TUMBA para lavarme el pelo. Tratamiento de relajación.
Me corta el pelo como yo siempre lo he querido tener pero nunca me atreví, porque me dice que en la foto que le llevo sale muy largo. Pues nada, en fin, que no debería quejarme, que es lo que he querido tener siempre.
Puntualización número 3: no soy como Miki (¡un besote! ¡Que me encantó verte en Ámsterdam!), no me llevé una foto de Serena Van der Wood o cómo se llame, porque para empezar me hacía falta como palmo y medio más de pelo. Me llevé una foto en el iPod de mí misma recién salida de la pelu en Madrid, que voy a borrar, no me lo vaya a coger alguien y diga que yo qué, entre Take That y mi propia foto...
Y tras secarme el pelo, que no peinármelo, y de invitarme a un té, me pide muy amablemente que le pague 70 pavos. A ver, gente que me conocéis y no sois Sandra: ¿me habéis visto alguna vez con mechas? ¿O con cortes estrambóticos? No, ¿verdad? En España pago por cortarme el pelo 15 € si me pilla en verano. Y 24 en invierno para que me lo peinen de verdad.
A ver, yo siempre había querido ir a un salón de belleza grande y guay y que me doraran la píldora un rato: pues ya lo he hecho.
Macho, esto debe de ser por convertirme en la única erasmus que vuelve a casa con el pelo más corto que nunca, siempre vuelven con el pelo más largo que han gastado nunca. Cuando me corté el pelo después de Navidad lo tenía como medio palmo por debajo de la altura del cierre del sujetador. Y ahora no me puedo hacer una coleta.
Ah, voy a explicar este gasto: me apetecía compensar el descuento que me han hecho en el sportcenter a pesar de no ser estudiante. No, en serio, no me da tiempo a ir a la pelu en España hasta noviembre. Todo tiene una razón de ser.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Distintos grados de buen tiempo (efectivamente, llueve)
¡Bueno, bueno!
¡Han llegado los nuevos y resulta que me habéis leído! Teniendo en cuenta que mi novio no lo hace, aunque a lo mejor es porque le cuento todos los días las tonterías que hago, es muy agradecido que por lo menos vosotros me leáis.
Esto empezó un poco por contar a mis amigos lo que me pasaba por aquí, en vez de mandar el típico email a todos los contactos y que la mitad piense que es spam, ya está aquí esta pesada de erasmus. Así, lo publiqué en el messenger y el que me lea bien, y el que no me lea, pues él se lo pierde. Por otra parte, aunque no lo haga bien, me gusta escribir, y ya véis, de adolescente tenía el sueño de escribir un libro que cambiara la vida de la gente, y aquí estáis con una vida diferente a la que teníais en España de la que por lo menos tenéis una idea de lo que os váis a encontrar. Que yo vine después de haber leído otro blog (a cuyos autores conocí el sábado), pero no contaban todas las tontadas que yo cuento.
Ayer me dijeron: manda un saludo para el Marcushof.
¡Hola Marcushof!
Y eso que yo no soy muy fan del Marcushof...
De verdad, muchas gracias por leerme, me hace mucha ilusión que todos digáis, ahí va, ¿tú eres Laura la de Erasmus en Delft? Pues sí, yo soy.
El caso es que ayer un chico de la escuela me dijo que le deprimí diciendo: llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve. Bien, pues te voy a decir otra cosa: ¡ante todo optimismo! Que para eso estamos de Erasmus, ¿no? Bueno, tú, yo no que se me acabó el chollo el martes.
Llueve, pero se lleva bien. Y además hoy me he levantado, y he aprendido una cosa importante. Me encuentro con uno de mi casa, que ayer me dijo que tenía la intención de irse a correr todas las mañanas con un colega, y también me dijo que él se habría metido en el ejército si no fuera porque le parece un asco tener que ir a matar niños afganos porque a un señor en EEUU le apetezca y el homólogo, como dicen en las noticias, en Holanda le lama el culete (o sea, que lo que le gusta es irse al campo con un cuchillo a ver si vuelve a la civilización él solo). A ver, que me disperso otra vez; el caso es que me levanto, y le pregunto que si se ha ido a correr, y me dice que sí, y que al final llovía y eso le ha hecho sentir vivo.
La lluvia es así, te hace darte cuenta de que estás mojado. Tienes esa sensación porque estás vivo. Total, qué más te da mojarte si te vas a meter en la ducha en 10 minutos.
Vale, esto solo sirve cuando te vas a meter en la ducha, no como yo, que tengo una reunión a las 12 y voy a llegar hecha una sopa. Pero también me ha dicho, cosas que le dijeron en el ejército (el que quiera saber cómo funciona esto en Holanda, que lo busque porque es largo y aburrido), que no hay mal tiempo, sino distintos grados de buen tiempo. Eso, chavales, eso es sabiduría.
Ahora el colega se ha ido a la peluquería, seguro que con lo mono que va siempre no le hace ni puñetera gracia mojarse después de pagar 20€. Y además, no me digáis que 40ºC a la solana es buen tiempo, porque tampoco lo es.
¡Han llegado los nuevos y resulta que me habéis leído! Teniendo en cuenta que mi novio no lo hace, aunque a lo mejor es porque le cuento todos los días las tonterías que hago, es muy agradecido que por lo menos vosotros me leáis.
Esto empezó un poco por contar a mis amigos lo que me pasaba por aquí, en vez de mandar el típico email a todos los contactos y que la mitad piense que es spam, ya está aquí esta pesada de erasmus. Así, lo publiqué en el messenger y el que me lea bien, y el que no me lea, pues él se lo pierde. Por otra parte, aunque no lo haga bien, me gusta escribir, y ya véis, de adolescente tenía el sueño de escribir un libro que cambiara la vida de la gente, y aquí estáis con una vida diferente a la que teníais en España de la que por lo menos tenéis una idea de lo que os váis a encontrar. Que yo vine después de haber leído otro blog (a cuyos autores conocí el sábado), pero no contaban todas las tontadas que yo cuento.
Ayer me dijeron: manda un saludo para el Marcushof.
¡Hola Marcushof!
Y eso que yo no soy muy fan del Marcushof...
De verdad, muchas gracias por leerme, me hace mucha ilusión que todos digáis, ahí va, ¿tú eres Laura la de Erasmus en Delft? Pues sí, yo soy.
El caso es que ayer un chico de la escuela me dijo que le deprimí diciendo: llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve, llueve. Bien, pues te voy a decir otra cosa: ¡ante todo optimismo! Que para eso estamos de Erasmus, ¿no? Bueno, tú, yo no que se me acabó el chollo el martes.
Llueve, pero se lleva bien. Y además hoy me he levantado, y he aprendido una cosa importante. Me encuentro con uno de mi casa, que ayer me dijo que tenía la intención de irse a correr todas las mañanas con un colega, y también me dijo que él se habría metido en el ejército si no fuera porque le parece un asco tener que ir a matar niños afganos porque a un señor en EEUU le apetezca y el homólogo, como dicen en las noticias, en Holanda le lama el culete (o sea, que lo que le gusta es irse al campo con un cuchillo a ver si vuelve a la civilización él solo). A ver, que me disperso otra vez; el caso es que me levanto, y le pregunto que si se ha ido a correr, y me dice que sí, y que al final llovía y eso le ha hecho sentir vivo.
La lluvia es así, te hace darte cuenta de que estás mojado. Tienes esa sensación porque estás vivo. Total, qué más te da mojarte si te vas a meter en la ducha en 10 minutos.
Vale, esto solo sirve cuando te vas a meter en la ducha, no como yo, que tengo una reunión a las 12 y voy a llegar hecha una sopa. Pero también me ha dicho, cosas que le dijeron en el ejército (el que quiera saber cómo funciona esto en Holanda, que lo busque porque es largo y aburrido), que no hay mal tiempo, sino distintos grados de buen tiempo. Eso, chavales, eso es sabiduría.
Ahora el colega se ha ido a la peluquería, seguro que con lo mono que va siempre no le hace ni puñetera gracia mojarse después de pagar 20€. Y además, no me digáis que 40ºC a la solana es buen tiempo, porque tampoco lo es.
martes, 1 de septiembre de 2009
Cositas nuevas
Pues mientras llegan los Erasmus (a lo mejor vamos hoy José Manuel, uno de los cuatro que vinimos de la ETSII el año pasado, y yo a verlos), y dan bandazos con la bici como cuando yo era pequeña, me caía, me hacía unas heridas asquerosas y se me pegaban las sábanas por el empeño de mi madre de que aprendiera a montar en bici, yo disfruto de una vida tranquila.
A ver, estoy agobiadilla con el proyecto, pero le veo el fin cerca, y me consuela. Y si no escribo tonterías como éstas de vez en cuando, no me relajo. Podría dedicarme a fumar, pero creo que en mi casa me mirarían muy mal. Tampoco es plan de hacer apología de las drogas, pero a ver, que son legales.
Y a pesar de la vida tranquila, estoy contenta porque tengo mucha más vida social de lo que yo pensaba que iba a tener. Si me quedo en casa es porque quiero, un cafetito o una cervecita siempre me puedo tomar.
Lo que ahora sí es diferente es que paso mucho tiempo con los de mi casa, que es una cosa que no había hecho en ninguna de las otras dos casas, más que con Eric, con el que sigo quedando de vez en cuando. Pero es español y se enfada cuando le llamas holandés, a pesar de que ayer se comió 5 rebanadas de pan bimbo de color caca y 2 croquetas para comer… La diferencia que hay con los de mi casa es que como somos 3 en casa, y cenan muy tarde, puedo cenar con ellos y hablan todo el rato en inglés entre ellos si yo estoy delante, a pesar de que hay uno al que el inglés le cuesta un poco. Es fácil hacer que dos personas en un grupo de tres hagan el esfuerzo, pero no puedes pedir lo mismo a 10…
Esto es una cosa que quiero desmitificar. Por supuesto, los españoles hablamos un inglés de mierda en general (yo no, jaja), decimos que venimos de Espain y los demás se parten. No sabemos distinguir entre comer peanuts y penis, y esto ha dado lugar a que la gente se ria de mí mucho y en general tenemos bastantes problemas. Yo tengo menos, y la gente no me suele sacar de dónde soy si ellos no son nativos, a parte de que creo que estoy cogiendo acento holandés y hasta sus fallos. Pero es un mito pensar que los holandeses hablan inglés como los ingleses, porque tienen fallos gordos, no saben utilizar bien algunos verbos, y muchas veces traducen directamente del holandés, que por lo que he podido observar, tiene una estructura bastante diferente.
Pero a pesar de esto, que también ocurre con los noruegos, y en menor medida con los suecos (estos casi hablan British total), y de que los universitarios hablan mejor que la gente de la calle, como también ocurre en España, en Holanda se habla inglés mucho mejor que en España, o que en Francia. Yo creo que los franceses tienen un problema en la boca de nacimiento y no pueden hablar idiomas…
El caso de los holandeses de mi casa, que me tratan genial, la verdad. Pero flipan con cada cosa que hago. Un día hacía como 30 grados, aquí es el infierno, y saco el abanico y se quedan mirándome como quien mira a un elefante en su salón… Flipan porque como arroz con pollo con tenedor, a ver, la cuchara para la sopa. Flipan porque hago tostadas por la mañana en una sartén. Flipan cuando hablo en español, hasta cuando pongo la tele, dicen que todo es una sola palabra muy larga de lo rápido que es. La del telediario no habla rápido. Flipan porque coma pan en todas las comidas, y leche para desayunar. Pero hay una cosa con la que no flipan, y en cambio flipo yo: ¡usan servilletas! Me tienen alucinada. Otra cosa con la que flipo es con la necesidad que tienen de irse de erasmus. Ellos no se dan cuenta, pero macho, decir que esta universidad es muy teórica y que es una mierda… Ay, y hacen Caminos. Si llegaran a la UPM con el plan del 83 de seis años y exámenes anuales.
Pero en fin, en general estoy muy contenta con mi nueva casa, ojalá, de verdad, que la hubiera encontrado antes.
A ver, estoy agobiadilla con el proyecto, pero le veo el fin cerca, y me consuela. Y si no escribo tonterías como éstas de vez en cuando, no me relajo. Podría dedicarme a fumar, pero creo que en mi casa me mirarían muy mal. Tampoco es plan de hacer apología de las drogas, pero a ver, que son legales.
Y a pesar de la vida tranquila, estoy contenta porque tengo mucha más vida social de lo que yo pensaba que iba a tener. Si me quedo en casa es porque quiero, un cafetito o una cervecita siempre me puedo tomar.
Lo que ahora sí es diferente es que paso mucho tiempo con los de mi casa, que es una cosa que no había hecho en ninguna de las otras dos casas, más que con Eric, con el que sigo quedando de vez en cuando. Pero es español y se enfada cuando le llamas holandés, a pesar de que ayer se comió 5 rebanadas de pan bimbo de color caca y 2 croquetas para comer… La diferencia que hay con los de mi casa es que como somos 3 en casa, y cenan muy tarde, puedo cenar con ellos y hablan todo el rato en inglés entre ellos si yo estoy delante, a pesar de que hay uno al que el inglés le cuesta un poco. Es fácil hacer que dos personas en un grupo de tres hagan el esfuerzo, pero no puedes pedir lo mismo a 10…
Esto es una cosa que quiero desmitificar. Por supuesto, los españoles hablamos un inglés de mierda en general (yo no, jaja), decimos que venimos de Espain y los demás se parten. No sabemos distinguir entre comer peanuts y penis, y esto ha dado lugar a que la gente se ria de mí mucho y en general tenemos bastantes problemas. Yo tengo menos, y la gente no me suele sacar de dónde soy si ellos no son nativos, a parte de que creo que estoy cogiendo acento holandés y hasta sus fallos. Pero es un mito pensar que los holandeses hablan inglés como los ingleses, porque tienen fallos gordos, no saben utilizar bien algunos verbos, y muchas veces traducen directamente del holandés, que por lo que he podido observar, tiene una estructura bastante diferente.
Pero a pesar de esto, que también ocurre con los noruegos, y en menor medida con los suecos (estos casi hablan British total), y de que los universitarios hablan mejor que la gente de la calle, como también ocurre en España, en Holanda se habla inglés mucho mejor que en España, o que en Francia. Yo creo que los franceses tienen un problema en la boca de nacimiento y no pueden hablar idiomas…
El caso de los holandeses de mi casa, que me tratan genial, la verdad. Pero flipan con cada cosa que hago. Un día hacía como 30 grados, aquí es el infierno, y saco el abanico y se quedan mirándome como quien mira a un elefante en su salón… Flipan porque como arroz con pollo con tenedor, a ver, la cuchara para la sopa. Flipan porque hago tostadas por la mañana en una sartén. Flipan cuando hablo en español, hasta cuando pongo la tele, dicen que todo es una sola palabra muy larga de lo rápido que es. La del telediario no habla rápido. Flipan porque coma pan en todas las comidas, y leche para desayunar. Pero hay una cosa con la que no flipan, y en cambio flipo yo: ¡usan servilletas! Me tienen alucinada. Otra cosa con la que flipo es con la necesidad que tienen de irse de erasmus. Ellos no se dan cuenta, pero macho, decir que esta universidad es muy teórica y que es una mierda… Ay, y hacen Caminos. Si llegaran a la UPM con el plan del 83 de seis años y exámenes anuales.
Pero en fin, en general estoy muy contenta con mi nueva casa, ojalá, de verdad, que la hubiera encontrado antes.
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