sábado, 16 de mayo de 2009

Tarde de domingo rara

También puede ser de sábado.
Resulta que por fin, y después de dieciocho años de enseñanza no necesariamente obligatoria (aunque jamás se me habría pasado por la cabeza no ir a la universidad, y a decir verdad, no hacer una carrera de, ejem, cinco años), tengo los fines de semana libres.
Im-presionante, pensará la gente. Me parezco más a una abuelilla que a otra cosa. Los voy a dedicar a culturizarme y a intentar que los rayos del sol no reboten en mi piel traslúcida.
Y ahora es cuando me doy cuenta de que en este país las cosas se acaban prontico. Porque ayer yo quería, al menos, limpiar el laboratorio (no en plan chacha, a ver, que me tienen de pringada pero no tanto), y a las cinco me dijeron que me fuera a mi casa que cerraban. Y yo sin nada que hacer, porque podría ir al centro, pero como me conozco y este mes tengo que ahorrar lo que me he ido gastando de más desde marzo, no debo ir donde hay tiendas de ropa. Que es muy fuerte, de cualquier manera, en Delft hay tantos chicos que hay más tiendas de ropa para ellos que para chicas.
Y entonces yo me aburrí ayer un poquillo, hasta me puse a ver Friends de pura desidia, haciendo tiempo para salir.
Y hoy más de lo mismo. De momento bien, hale, a dormir lo que no había dormido desde que vino Jesús, y luego... Solitarios Spider. Porque resulta que esto de hacer el proyecto es como trabajar, pero sin el como. Y entonces sales a las 5 el viernes y hasta el lunes a las 9. Y el fin de semana a no hacer nada. Y nada es nada, porque la gente se empieza a agobiar con los exámenes, pero yo tengo uno que ya me lo sé de memoria y otro que es un poco tontada, y me faltan casi dos meses para hacerlos. Así que de relax.
Es rara la sensación de vaguería. ¿Qué hice yo el último fin de semana que no tenía nada que hacer y tampoco cargo de conciencia? Pues teniendo en cuenta que debía rondar los 5 años, levantarme a ver el Club Disney o algo parecido y hacer arena finita en un parque llenándome de mierda. Lo de la arena finita no es viable con mis veinticuatro castañas y el Club Disney está en holandés. A ver si salgo y me da para dormir mañana toda la mañana española (hasta las tres de la tarde, digamos).
Pero no, porque está mi hermano con unos amigos que me despertarán con su serenata de ronquidos.

2 comentarios:

--pab7oAB-- dijo...

vete a comprar ropa que no tienes, y aunque sea empeña el armario roto...

sandra dijo...

arena finitaaaaaaaaaaaaaaa!!!