Ayer íbamos por Rotterdam camino de casa, y ya lo sentía mi hogar. Todo estaba escrito en un idioma que sigo sin hablar, pero era "mi" idioma, ya que empiezo a entender bastante a pesar de ser incapaz de reproducir sus sonidos.
Y me sentí de vuelta a un lugar al que ya pertenezco.
lunes, 8 de diciembre de 2008
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1 comentario:
tampoco eras una villalbina de pro, jej, creo q necesitas volver al chonismo puebleril y a la locura navideña madrileña para sentirte tb en casa...
bsetes!
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