¿Para qué quiero yo que llueva? Pues para que el agua esté fuera de casa.
Se me acaba de inundar la cocina, no digo más, he estado una hora achicando agua y lo que queda. Y mañana a las 9, ¡presentación! El equivalente a un examen final.
Ahora sí que quiero llorar.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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